La incertidumbre es porque estamos ante una enfermedad que no conocemos y algunas decisiones políticas y de control social como «el aislamiento en casa», nos produce un distrés crónico difícil de gestionar. El insomnio es sin duda un grave problema para nuestro organismo, necesitamos desconectar, una persona adulta necesita 6-7 horas de sueño, naturalmente los niños y ancianos necesitan más horas de descanso nocturno para recuperar nuestro sistema nervioso del resto del día. Probablemente parte de lo más difícil de la cuarentena es seguir la rutina de horarios porque el aislamiento social cambió por completo nuestro día a día.

Esto afecta nuestros patrones de sueño-vigilia. Nos dormimos tarde y nos levantamos más tarde aún, en algunos casos nos quedamos todo el día en cama viendo televisión, no vemos el sol, no nos ponemos en movimiento. Esta alteración incide a la hora de irnos a dormir, así como en la posibilidad de desarrollar trastornos del sueño y afecciones cardiovasculares.

Los problemas para conciliar el sueño afectan a entre el 15 % y el 25 % de los niños y adolescentes. No dormir lo suficiente suele provocar ciertos comportamientos y problemas de salud bastante complicados: irritabilidad, dificultad para prestar atención, presión arterial alta, problemas de peso y obesidad, dolores de cabeza y depresión….

Debemos de manejar ciertas reglas para poder descansar mejor. A los humanos saber qué va a suceder, les da seguridad. Es por ello que tener ciertas rutinas, nos alivia y nos previene el mal descanso (planificar horarios, levantarnos a una hora concretas, llamar por teléfono a amigos, tener un horario para ciertas actividades. lectura etc.)

España es un país con periodos cortos de sueño, dormimos una hora menos que el resto de los europeos, porque nos acostamos mucho más tarde y nos levantamos a la misma hora que ellos.

Producir melatonina

Es el insomnio uno de los grandes problemas frecuentes en nuestro país, naturalmente ahora se agrava mucho más por la situación que vivimos. Por lo tanto podemos mejorar este ritmo y saber aprovechar las horas de descanso nocturno. La luz solar es muy importante, es necesario que tengamos contacto con ella. Salir a balcones o ventanas, hace que nuestro cerebro deje de fabricar una sustancia necesaria en el cuerpo que se llama melatonina. La melatonina es una hormona que se produce en la glándula pineal de nuestro cerebro y regula los ciclos de sueño y vigilia. La melatonina se produce a partir de la serotonina, conocida como «hormona de la felicidad». La serotonina se sintetiza a partir del aminoácido triptófano, que se obtiene a través de la dieta o de complementos alimenticios. Es por ello que para mejorar la regulación del sueño debemos potenciar la ingesta de alimentos ricos en triptófano, para así favorecer la fabricación de melatonina en el organismo. La melatonina es el reloj biológico del cuerpo humano y determina su ritmo circadiano.

El ritmo circadiano

Es necesario que aprendamos a mejorar este ritmo y saber aprovechar las horas de descanso nocturno. La luz solar es muy importante, debemos tener contacto con ella. Ese rayo solar que se cuela por la ventana provoca que nuestro cerebro deje de fabricar una sustancia necesaria en el cuerpo que se llama melatonina.La melatonina es la hormona inductora y protagonista de nuestro sueño. Seguir unas simples pauta puede ayudar a obtener una mejor calidad de sueño

•Establecer horarios de actividades y turnos durante el día y preparar el sueño adecuadamente

• Dejar de usar pantallas y televisión, ya que la luz que emiten dichos dispositivos interfiere negativamente en el sueño. Las luces azules (de tabletas, lectores electrónicos o teléfonos inteligentes) tienen una longitud de onda corta que afecta los niveles de melatonina más que cualquier otra longitud de onda. La luz azul engaña al cerebro y le hace creer que es de día; eso nos hace sentir más alertas cuando deberíamos sentir sueño dado que estamos acostados en la cama. Con el tiempo esto causa estragos en la producción natural de melatonina de nuestro cuerpo.

•Dieta informativa. Es muy importante reducir la ingesta de información. Estamos continuamente visualizando información de varios medios y nos bombardean de noticias con un gran contenido estresante. Casi siempre negativas, generan un plus de negatividad. Lo peor de todo es la inseguridad y la incertidumbre, produciendo sueños ansiosos y pesadillas.

•Escoger el medio de información que creamos más adecuado, por ejemplo un periódico, y dedicarle tan solo un rato al día. No acostumbrarnos, ni obsesionarnos con cifras ni noticias 24 horas.

•Intentar medidas naturales como ingestas de infusiones, ejercicio físico previo, actividades durante el día, evitando el autoconsumo de medicamentos que deberá ser siempre indicado por un médico en caso de que no podamos descansar y se convierta en enfermedad.

Dormir es una necesidad biológica que nos permite restablecer nuestro bienestar físico y psíquico. La falta de descanso disminuye el rendimiento intelectual, las habilidades para realizar tareas domésticas o laborales y perjudica nuestro estado de ánimo, generando ansiedad y mal humor.