Las inspecciones llevadas a cabo a lo largo del año en establecimientos de juego en Aragón no han encontrado a ningún menor dentro de estos negocios. En concreto, han sido 985 las visitas que ha realizado en todo el territorio la unidad adscrita en la comunidad de la Policía Nacional desde el 1 de enero y hasta el 1 de octubre. Con ellas, los agentes han podido corroborar la ausencia de menores en estos locales de juego, prohibidos para ellos. El dato de este año, a falta de poco más de un mes para que acabe, es idéntico al que arrojó el 2018, cuando tampoco se hallaron personas por debajo de los 18 años.

De las 985 inspecciones en establecimientos realizadas en todo Aragón, la provincia de Zaragoza fue la que más concentró, con 538. Le sigue Huesca, con 327, y Teruel, con 120.

Los resultados de estas inspecciones resultan sorprendentes en cuanto a la preocupación creciente de los agentes implicados sobre el uso del juego por parte de los menores. La edad de iniciación en el azar y la normalización de estos espacios y hábitos entre los chavales son dos de las cuestiones que más ponen en alerta a entidades como la Asociación Aragonesa de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Azajer).

AUTOPROHIBIDOS

Además, el llamado Registro del Juego de Prohibidos de Aragón (Rejup), con el que los propios usuarios deciden autoprohibirse la entrada en estos locales, ha sumado 361 nuevos nombres en este periodo, siendo 316 de ellos en Zaragoza, 23 en Huesca y 22 en Teruel. El Rejup es un instrumento para ayudar a las personas afectadas por su adicción al juego mediante su inscripción voluntaria, para que no les sea permitida la entrada en los locales de juego.

El periodo mínimo de la autoprohibición en el Rejup es de seis meses y se permite la elección del periodo máximo. Transcurrido el plazo solicitado, se cancela automáticamente la autoprohibición.

La evolución de este registro desde el 2008 muestra un aumento significativo en sus 11 años de funcionamiento. De los 287 inscritos en el primer curso se ha pasado a los 3.387, a fecha del 7 de octubre. Todos los años ha ido aumentando, salvo en el 2014, cuando pasó de los 1.171 del 2013 a los 1.010 que arrojó finalmente.

También llama la atención el repunte de inscritos en los últimos años. Si entre el 2015 y el 2016 se sumaron algo menos de 300 usuarios, un número similar en los cursos anteriores, el salto del 2016 al 2017 es de más de medio millar y, al año siguiente, de casi 900 más. De momento, y a falta de que acabe el 2019, parece que la tendencia se ha reducido, con unos cuatro centenares de inscritos más.