Varios centenares de personas se concentraron ayer a las puertas de varias fábricas de calzado de la localidad zaragozana de Illueca para protestar por las inspecciones presenciales que funcionarios del Ministerio de Hacienda estaban llevando a cabo en ese momento en tres empresas del municipio. La Agencia Tributaria puso en marcha una operación para destapar «posibles ocultaciones de ventas no declaradas». Esto fue interpretado como una «provocación» por un numeroso grupo de vecinos y empleados de esta localidad y de toda la comarca del Aranda, que sufre una profunda crisis laboral y demográfica por el declive del sector zapatero, principal sustento económico de la zona. La operación de Hacienda se produce apenas dos días después de que miles de personas se manifestaran en Brea de Aragón para denunciar el abandono de la comarca y reclamar ayudas a la Administración.

Los registros comenzaron en torno a las nueve de la mañana. La operación cogió por sorpresa a trabajadores y vecinos, que no dudaron en movilizarse acto seguido para mostrar su indignación. La noticia corrió como la pólvora. A las 11.00 horas, la concentración espontánea ya contaba con entre 200 y 300 personas, que trataron de impedir la salida de los inspectores del fisco al grito de «Manos arriba, esto es un atraco», entre otros cánticos. Incluso los alcaldes de Illueca y Brea de Aragón, Ignacio Herrero y Raúl García, se sumaron a la protesta improvisada.

Agentes de la USECIC de la Guardia Civil en la concentración. / SERVICIO ESPECIAL

Ante la aireada respuesta vecinal, la Guardia Civil desplegó un fuerte dispositivo de seguridad con decenas de agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) y media docena de patrullas. A pesar de los momentos de tensión vividos, no se produjo ningún incidente relevante. Finalmente, pasadas las tres de la tarde, efectivos de la Benemérita formaron un pasillo para hacer posible la salida de los funcionarios, que fueron increpados por los manifestantes. Estos, poco a poco fueron abandonando el lugar.

Las empresas investigadas fueron Sladan, Hijos de Victorian Vicente y Calzados Isarus, las dos primeras ubicadas en el polígono El Cerradillo, donde tuvo lugar la protesta. «Estamos defendiendo nuestro trabajo, que no robamos», aseguró una mujer que participaba en la protesta. «Que tengamos que pasar con un sueldo de mil euros y que no nos dejéis vivir», añadió.

Coches de la Guardia Civil aparcados durante la concentración / SERVICIO ESPECIAL

El dueño de una de las fábricas investigadas por el fisco admitió tener «miedo» por las consecuencias de esta actuación dada la envergadura de los efectivos desplegados y la ingente cantidad de documentación que le requisaron. «No tengo ni idea de lo que buscan, pero el calzado necesita una contabilidad especial», explicó. «La zona no va bien. Se van a cargar lo poco que queda», apuntó. No obstante, dijo no resignarse por lo ocurrido y afirmó que va «a pelear para salir adelante», al tiempo que agradeció el apoyo mostrado por sus vecinos: «La gente está volcada».

«Esto puede suponer la puntilla para un sector que ya está en las últimas», afirmaron fuentes de la industria del calzado en la zona, que temen que las inspecciones de Hacienda provoquen «nuevos cierres de empresas». «Las cosas no se pueden hacer mal, pero esto es un palo gordo», lamentaron. «La gente ha estallado de impotencia», aseguraron.

En lo que va de año han cerrado dos fábricas en la zona, que se unen a la que se clausuró hace seis meses. En total se han esfumado 81 empleos, lo que eleva a unos 1.500 los trabajadores perdidos desde el cambio de siglo, un mazazo para una comarca de apenas 6.500 habitantes donde el sector zapatero lo sigue siendo todo: el 80% del empleo.

(SERVICIO ESPECIAL)