Las medidas llevadas a cabo por el Servicio de Mediación del Casco Histórico de Zaragoza continúan experimentando soluciones para erradicar los "puntos de acumulación de basura" en San Pablo y la Magdalena. Y aunque se enfrentan a problemas para terminar con la suciedad en estas zonas, el Proyecto de limpieza y salud comunitaria está siendo efectivo gracias, en gran medida, a la colaboración de los vecinos en el cuidado de maceteros que pretenden terminar con este problema en enclaves concretos.

El último contratiempo ha aparecido con la colocación de un nuevo macetero comunitario en la calle Miguel de Ara, en San Pablo. La jardinera fue instalada el pasado jueves para embellecer uno de estos "puntos de acumulación de basura" en los que previamente habían trabajado conjuntamente el servicio de mediación y los vecinos. El macetero contenía dos plantas y carteles que anunciaban el propósito de esta instalación. El sábado a las 11.15 horas una vecina pasó por allí y el macetero permanecía intacto y completo. De vuelta, a las 12.30 horas, los carteles informativos ya no estaban. A lo largo del día desapareció la primera de las plantas, por lo que el domingo una vecina bajó a plantar una nueva, ya que es responsabilidad de los vecinos mantener estos parterres. Poco duró, porque el lunes por la tarde desaparecieron todos los vegetales de la instalación.

"Es una lotería", explicó Elena Giner, mediadora del Servicio de Mediación del Casco Histórico. "Cuando proyectas un macetero nuevo nunca sabes cómo van a reaccionar. Antes de instalarlo, los vecinos siempre dicen que no va a durar. A veces pasa así y otras no, no garantizamos 100% que vaya a funcionar, pero hay que probarlo", argumentó Giner.

DESDE 2012

Esta iniciativa de sensibilización comenzó en el 2012 y, desde entonces, ya han instalado 9 maceteros en la ciudad: tres en la calle San Pablo, dos en la calle Las Armas y tres en la Magdalena; además del nuevo en la calle Miguel de Ara. "Este último es el que más rápido ha desaparecido, pero no es un fracaso de la medida", matizó Giner. De hecho, los vecinos que comentaron el suceso en la oficina del servicio de mediación reconocieron que, aunque han desaparecido los elementos decorativos, la basura ha remitido desde su instalación.

Al igual que el de la calle Miguel de Ara, en otros tres puntos del Casco Histórico se deben replantar los maceteros ya que han sido objeto de robos, concretamente en la calle Las Armas esquina calle Mosén Pedro Dosset y en la plaza San Agustín. Desde la oficina destacaron que estas medidas son una forma de "probar si estos elementos ayudan a erradicar la basura y si no se decidirá optar por otras opciones". De todos los parterres instalados solo uno tuvo que ser retirado debido a los constantes saqueos.

Y aunque les preocupa que se sucedan estas acciones, los mediadores no buscan a los culpables. "Intentamos ver un poco los perfiles: si son vecinos, gente de los bares que pasa de una zona de marcha a otra... pero no ponemos una cámara para saber quién se lleva las plantas. Queremos insistir en los aspectos positivos. No tenemos ningún interés en localizar a la persona".

El objetivo de este proyecto va más allá de embellecer los puntos de acumulación de basura con maceteros; se trata de trabajar con los vecinos del entorno para prevenir y erradicar unos hábitos que se han extendido en la zona, bien por la inexistencia de contenedores grandes --no caben en calles tan estrechas-- o porque muchos inquilinos que están de paso "no se molestan en buscar dónde pueden tirar la basura", argumentó Giner. Desde la entidad trabajan en conjunto, también, con el servicio de limpieza del ayuntamiento y los vecinos para coordinar turnos para sacar la basura.