El IAM, organismo de igualdad del Gobierno de Aragón, celebra hoy sus 25 años de existencia, cinco lustros en los que ha sido la institución de referencia para las aragonesas con dos líneas de trabajo fundamentales: promoción de la igualdad efectiva y prevención y erradicación de todas las violencias contra las mujeres.

Ocho de las diez directoras con las que el IAM ha contado desde su creación en 1993 se han dado cita hoy en la Sala de la Corona del edificio Pignatelli para celebrar este cumpleaños con un acto que se ha desarrollado con la participación de 25 mujeres con sus diferentes 25 relatos.

Veinticinco testimonios, según la consejera de Derechos Sociales y Ciudadanía, Mariví Broto, diferentes pero que están construyendo el Aragón del futuro con un proyecto común: lograr un mundo más justo para las mujeres.

La consejera ha insistido en que el IAM no partió de cero, sino que echó a andar con el bagaje de "muchas mujeres anónimas", las madres y abuelas de las de hoy que hicieron posible lo que estas son y que lucharon por un mundo más igualitario.

En el mismo año en el que la movilización femenina ha adquirido carácter global, con manifestaciones multitudinarias y diversas el 8 de marzo, las mujeres quieren "desempeñar su papel" y decir que una sociedad no es democrática si estas no hacen lo mismo que los hombres, incluidas las tareas de cuidados, y no cobran lo mismo que ellos.

El presidente del Gobierno, Javier Lambán, por su parte, ha considerado durante su intervención que la sociedad asiste a un "cambio civilizatorio de profundidad insospechada" basado en la amenaza del cambio climático y en la revolución tecnológica, que están supeditado a otro tercer proceso, "el definitorio", que es "la feminización del mundo".

Aunque "queda camino por recorrer" el acceso de las mujeres a todos los espacios públicos y privados y su disfrute de todos los derechos "no es todo lo real y efectivo que debiera", aunque el proceso es "absolutamente imparable".

Las instituciones, a su juicio, han de "acelerarlo" por "razones obvias de justicia" y porque la gobernanza del mundo en plena igualdad "es lo único que conducirá a la humanidad a horizontes de plena satisfacción".

Desde que nació el IAM, ha dicho, se han sucedido directoras, leyes y políticas que han desembocado en que ningún Gobierno actual pueda aparecer ante la opinión pública sin declararse "abiertamente feminista".

El aniversario, según Lambán, se celebra pues en una "buena situación desde el punto de vista de la conciencia social" para lograr esa irrupción efectiva de la mujer en el espacio público.

El IAM comenzó su andadura con Ángela Torres, en un momento en el que estaba todo por hacer, y fue sucedida por Carmen Corral, quien comenzó a poner en marcha los servicios del instituto, y por Cristina San Román y por Ana de Salas.

Durante la etapa de Elena Allué se reforzaron los recursos contra la violencia machista y la lucha contra la mutilación genital y se abrió el primer centro de emergencias en Zaragoza y, más tarde, Trinidad Alluó firmó el convenio con el Colegio de Abogados para la asistencia a víctimas de violencia.

Eva Martínez dirigió el IAM en la época en la que este pudo tener una sede propia y con Rosa Borraz se aprobó la ley contra la violencia de género en Aragón a la vez que en el Estado salían adelante la ley de igualdad y la creación de un ministerio específico.

A Pilar Argente le sucedió la actual directora, Natalia Salvo, en una época en la que se ha aprobado la ley de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, el pasado 28 de junio, y la de identidad y expresión de género y no discriminación.

En el acto, además de proyectar un vídeo con reflexiones de las exdirectoras del IAM sobre sus experiencias, han participado otras mujeres de muy diversos ámbitos, que han lanzado en esencia un mensaje positivo y de optimismo en una época de "igualdad con mayúsculas".

Un momento de revolución feminista, no violenta, firme y necesaria que tiene por objeto reivindicar el lugar teórico, político y ético que a las mujeres les corresponde en la sociedad.

Entre ellas una profesora, una auxiliar administrativa, una ganadera, una mediadora intercultural, la vicepresidenta de un centro de día o la presidenta del comité de empresa de Opel.

También mujeres de asociaciones feministas, del ámbito de la cultura, una catedrática de la Universidad, una karateca, una abogada gitana o una pequeña empresaria de Teruel.