El juez instructor de la Audiencia de Zaragoza encargado de la recusación presentada por Agapito Iglesias contra el magistrado Francisco Picazo en el caso del saqueo de Plaza (150 millones malversados) la ha rechazado. No aprecia «base objetiva suficiente» para dudar de su imparcialidad.

El constructor soriano y expresidente del Real Zaragoza pidió que apartaran a Picazo del tribunal por supuesta «enemistad manifiesta». Su abogado defensor, Miguel Ángel Alemán, relató que fue este juez el que le imputó cuando era titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Zaragoza en el caso Pagarés, a partir de la declaración del exgerente de Plaza, Ricardo García Becerril.

En un informe remitido a la Sección Primera del tribunal provincial, el magistrado Mauricio Murillo, señala que «no se puede corroborar la existencia de una enemistad manifiesta de Picazo con el señor Iglesias, puesto que no consta que fuera conocido por el juez» durante su instrucción, «Lo conoció personalmente cuando le tomó declaración en calidad de imputado y no antes ni después, ni tampoco con el abogado defensor de Iglesias, ya que no existen discordancias con las decisiones procesales dentro de una causa que no pudo evadirse de la gran presión mediática a la que fue sometida.

Recuerda este magistrado, que fue juez decano de Zaragoza, que las decisiones judiciales tomadas por Picazo como instructor fueron confirmadas por la Audiencia Provincial, ya que le condenó, si bien luego el Tribunal Supremo le absolvió. Este informe ha sido remitido a la Sección Segunda de la Audiencia de Zaragoza que tras su lectura tendrá que pronunciarse.