La reforma definitiva para integrar el río Huerva en el parque Bruil se decidirá el viernes en una asamblea formada por colectivos vecinales, ecologistas y técnicos municipales. Esta, se supone, será la última reunión ya que urge llegar a un acuerdo entre las partes para llegar a los plazos de financiación que establece el proyecto europeo Life+ 2014.

Ayer los técnicos del Ayuntamiento de Zaragoza presentaron a las diferentes asociaciones que forman la Coordinadora del Parque Bruil las últimas alternativas a su propuesta, que parecen acercarse bastante a las peticiones vecinales. Desde el consistorio plantean que haya un sendero próximo al río y que se evite la tala innecesaria de arbolado. Además, se ha ideado la posibilidad de introducir una plazoleta al final del camino que culmine con unas escaleras de acceso al parque. Por otro lado, se han desestimado algunas propuestas como la construcción de gradas.

Y aunque parece que estas ideas serán las que se lleven a cabo finalmente, la última palabra la tendrán las asociaciones y vecinos de la zona, que hoy mismo serán informados in situ de todas las actuaciones que plantea el ayuntamiento y valorarán los pros y contras. "Tenemos que ver si es una ingeniería civil más o menos dura porque queremos naturalizar el espacio, no caer en algo artificial", explicó Mariano Mérida, miembro de la coordinadora.