Las tormentas que durante las últimas semanas están azotando distintas partes de Aragón se repartieron ayer por prácticamente la totalidad de la provincia de Teruel, que barrieron de oeste a este dejando en muchos lugares intensas granizadas y trombas de agua, si bien ni el Gobierno de Aragón -a través del 112- ni la Guardia Civil recibieron avisos por incidencias reseñables derivadas de estas intensas precipitaciones.

La más llamativa fue, probablemente, la parálisis parcial en la autovía A-23, en la que algunos conductores optaron por dejar de circular en las inmediaciones de la capital turolense, sobre las 13.00 horas, ante la intensidad del granizo. Pero, según fuentes del centro de gestión territorial de Tráfico, no hubo accidentes derivados de estos parones, ni siquiera daños materiales.

La capital fue una de las zonas más castigadas, y en torno de las 13.00 horas llegaron a acumularse en la ciudad 20,88 milímetros por metro cuadrado de precipitación. Unidos a los ya registrados por la noche (las precipitaciones, de menor intensidad, ya venían reproduciéndose en la provincia durante la madrugada) arrojaron un resultado de 28,2 milímetros, lo que a primera hora de la tarde colocaba a la capital como la población con más precipitación registrada de España, según los registros de la Agencia Estatal de Meteorología, seguida de algunos municipios de la provincia vecina de Castellón.

En Aragón también figuraban en esta lista los 14,6 milímetros recogidos en Albarracín en apenas 10 minutos, los 10,8 de Cedrillas o los 8 de Fonfría, a medida que el frente iba evolucionando.

Aunque las tormentas se focalizaron especialmente en la provincia de Teruel, también se dieron en el Pirineo, donde avanzaron de norte a sur, sin que tampoco trascendieran incidentes reseñables, y puntualmente en la provincia de Zaragoza, como en Daroca, donde se registraban 9,2 milímetros acumulados en torno a las 15.00 horas. La inestabilidad meteorológica continuará las próximas horas.