Un hombre de 34 años y nacionalidad ecuatoriana fue detenido el martes en Zaragoza después de que intentara supuestamente acabar con la vida de su mujer abriendo la llave del gas y dejando que saliera libremente por dos quemadores del aparato de cocina.

Los hechos ocurrieron sobre las 13.00 horas del lunes, en el domicilio familiar, situado en el barrio de Delicias. José Javier L. C. se enzarzó en una fuerte discusión con su compañera por un asunto de pareja. Después, muy acalorado, abandonó el edificio llevándose consigo varias pertenencias.

La mujer se dirigió entonces a la cocina con la intención de preparar un biberón, momento en el que percibió un fuerte olor a gas. Según manifestó posteriormente ante la Policía, sospechó inmediatamente de su marido, dado que la ventana de la cocina estaba cerrada y un cartón taponaba la rejilla de ventilación. Señaló que el gas manaba en gran cantidad por los quemadores, cuyos mandos estaban totalmente abiertos.

ANTECEDENTES La detención de José Javier L. C. se produjo al día siguiente de la presunta tentativa de homicidio, según indicaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón. La comisaría de Delicias ha abierto una investigación para determinar si los hechos se produjeron de forma premeditada o accidental.

El sospechoso ha sido detenido en otras cuatro ocasiones durante los años 2002 y 2003, cuando residía en la ciudad de Tarragona, donde se vio envuelto en casos de amenazas, daños en una vivienda y lesiones.

Por otro lado, efectivos de la Policía Local detuvieron en la madrugada de ayer en Zaragoza a un ciudadano argentino por maltratar a su expareja, así como por agredir a los agentes que lo detuvieron, a los que produjo lesiones de carácter leve que precisaron asistencia médica.

Los hechos se registraron sobre las 02.15 horas en la plaza de Utrillas. A esa hora, Jonathan Luis I. B., de 20 años, abordó a su excompañera y comenzó a insultarla.

Al ser interceptado por una patrulla de la Policía Local profirió amenazas contra los agentes y les golpeó. La víctima, que no resultó lesionada, declaró que había sufrido malos tratos en otras ocasiones.