María Isabel C. R., la mujer detenida por intentar asfixiar a una amiga con un cojín, será juzgada finalmente por una falta, actualmente delito leve, de maltrato. La Policía lo consideró en el momento del arresto un intento de homicidio, entre otras cosas porque así se lo aseguró la propia acusada cuando llegaron a la casa donde ocurrieron los hechos. Pero una vez interrogadas ambas implicadas, el juez Antonio Robledo, titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Zaragoza, decretó que no merece la consideración de delito.

Los hechos ocurrieron la madrugada del domingo 6 de mayo, en la vivienda de la víctima, en el barrio zaragozano de San Pablo. La mujer había alojado por una temporada a una amiga suya, indigente, la ahora acusada.

Al parecer, tras una discusión, María Isabel se dirigió al cuarto de la anfitriona, estando esta dormida, y le puso un cojín en la cara, con intención de asfixiarla. Pero ella misma se arrepintió cuando volvió en sí del ataque y llamó a la Policía. Al llegar los agentes, les reconoció que la había intentado matar, por «hija de puta y aprovechada».

Su abogado, Joaquín Tortajada, acreditó ya en el juzgado de guardia que la mujer padece problemas psiquiátricos, e incidió en el arrepentimiento espontáneo que la llevó a parar. A la vista de los hechos, el juez ha considerado que no pueden quedar impunes, pero no son tan graves como para imputarle un delito.