Después de tres meses de trabajos, el interior de los pabellones colectivos de la muestra, dedicados a África Subsahariana, Latinoamérica y el Caricom (o comunidad del Caribe), ya muestran su distribución y colorido en su interior. Las obras comenzaron el pasado mes de octubre y avanzan rápidamente, de tal manera que, según informaron fuentes oficiales de Expoagua, "serán los primeros países en tener instalados sus contenidos en el recinto y con mucho tiempo de antelación, unos dos o tres meses a este ritmo".

Estos tres edificios alojarán a 44 países y, a falta de la presentación de los contenidos de África y los países caribeños --los de Latinoamérica ya fueron anunciados en la Casa de América de Madrid--, está garantizado que cada día ofrecerán al visitante ocho espectáculos de 20 minutos con música y bailes tradicionales.

Está previsto que "en febrero" empiecen a llegar los primeros materiales de la museografía que ofrecerán a los visitantes, elementos que llenarán sus espacios individualizados en un entorno común definido con antelación y ahora en construcción.

El más avanzado es el pabellón del Caricom, el más próximo al acuario y al de España. Su distribución y diseño evoca al estilo de la famosa Isla Paraíso, uno de los barrios más famosos y caros de las Bahamas. A modo de un patio interior se levantan varios bloques de viviendas que durante la muestra ocuparán cada uno de los países. Será su "alojamiento" en la Expo y comunicará con una plaza en la que se ha construido un pequeño escenario elevado donde se instalará una tienda común.

Este pabellón, de 2.300 metros cuadrados útiles, alojará en su interior a 14 países distintos del caribe. Por esta plaza improvisada podrán pasar, según las previsiones que maneja Expoagua, unas 450 personas a la hora y contará con un restaurante común instalado en el exterior y una cortina de agua de 2.169 metros de longitud. El colorido de cada bloque de viviendas domina la primera impresión desde la entrada.

Junto al del Caricom está ubicado el de Latinoamérica, que albergará en su interior a 17 países en 5.522 metros de superficie, 4.100 de los cuales serán de exposición. Tendrá mayor capacidad, unas 1.800 personas cada hora en un recorrido de 45 minutos de duración y donde habrá sonidos y efectos visuales que transmitirán la presencia del agua y la vida de sus paisajes.

Las paredes interiores ya lucen el color negro que potenciará la proyección de audiovisuales y en su distribución se adivina el espacio reservado para recrear las cataratas de Iguazú y el altillo, de madera, cuyo uso se mantiene en secreto por el momento. Desde Expoagua solo se avanza que será "uno de sus elementos más atractivos" para el visitante.

En el tercer edificio, donde se instalarán 13 países de África Subsahariana, el azul del cielo que luce en sus paredes envuelve los 2.200 metros cuadrados de superficie, donde 1.900 serán para alojar contenidos. Por aquí podrán pasar 753 personas a la hora y habrá una tienda común, pero carecerá de restaurante.

Los trabajos avanzados muestras estructuras de madera, a modo de montañas, en los que se dividen los espacios para los países, que irán desde los 90 metros cuadrados a los 450. Su distribución facilita una visita ágil y rápida.

En el exterior, por primera vez, se ha instalado una de las fachadas que mostrarán los nombres de los países africanos, un panel metálico que por la noche emitirá una luz que reproduce paisajes del continente, gracias a los leds colocados detrás, y por el día se moverán evocando formas como un río o las olas del mar.