La Federación de Interpeñas de Zaragoza está en crisis. Desde las pasadas fiestas del Pilar, cuando se quedó sin un recinto propio, alrededor de 1.500 socios han abandonado el barco peñista de los más de 10.000 que había inscritos. Desde la organización advierten de que si estas fiestas vuelvan a quedarse en tierra de nadie y sin una carpa, la cifra irá en aumento y puede suponer que alguna peña acabe por desaparecer.

La presidenta de Interpeñas, Sara Priego, explicó que muchos peñistas lo son principalmente por las fiestas del Pilar y por la tradición de pasar diez días de celebración en un mismo recinto. Sin esta opción, muchos acabarán abandonando la peña.

La tradición festiva de las peñas se rompió el año pasado, cuando se quedaron sin una carpa que les diera cobijo a todos. El anuncio de la empresa que ganó el concurso para montar un macrorrecinto festivo en el Párking Norte de que no tenía tiempo para hacerlo -el proceso de adjudicación se retraso más de lo habitual- supuso que se perdiera un espacio donde instalarse y se iniciase una crisis.

Entonces, Interpeñas propuso cuatro espacios alternativos al ayuntamiento que descartó por motivos jurídicos y de seguridad. En el proceso, once peñas abandonaron la federación y crearon otra, Unión Peñista de Zaragoza, que llegó a un acuerdo con Espacio Zity para instalar sus barras.

El Gobierno, entonces de Zaragoza en Común (ZeC), se comprometió a buscar una solución durante el invierno que no ha llegado y empieza a urgir, pues el tiempo apremia. El Gobierno PP-Cs ya ha dicho que se reunirá con ellos en los próximos días para buscar una solución, que en ningún caso pasará por el Párking Norte, que tampoco se montará en las próximas fiestas porque no hay tiempo para iniciar el proceso de redacción y adjudicación.

Desde Interpeñas van a volver a proponer montar una carpa con un aforo para 10.000 personas o en la explanada del Párking Sur o a los pies de la Torre del Agua, lugares que el año pasado fueron descartados por el ayuntamiento. «Queremos que nos digan las exigencias y condiciones para adaptar los proyectos y que así sea jurídica y normativamente legal», explicó la presidenta. Una semana antes de las elecciones municipales del 26 de mayo, varios técnicos del área de Cultura visitaron ambas zonas junto a miembros de Interpeñas con el propósito de analizar las posibilidades y la viabilidad de instalar la carpa.La idea de Interpeñas es que cualquiera pueda acceder a ella, no solo los peñistas, y están dispuestos a que sea un recinto cerrado y con acceso de tornos para controlar la entrada de menores y la seguridad. Lo que sí admiten es que no pueden «autogestionar» las barras de bar.