Ni el Párking Norte ni el Sur. El Ayuntamiento de Zaragoza constató ayer la imposibilidad de autorizar a la Federación Interpeñas proyecto alguno que le permita contar con un pabellón propio en las próximas fiestas del Pilar. Lo anunció ayer el responsable municipal de Cultura, Fernando Rivarés, apoyado en cinco informes distintos del consistorio y uno de la Policía Nacional, que concluyen que no procede permitir un espacio de conciertos con barras en el aparcamiento de La Almozara. Básicamente porque entienden que la propuesta presentada «no garantiza la seguridad» de los asistentes, puede considerarse hasta peligroso «por la proximidad del río y de la autovía», y sería ilegal hacerlo sin concurso público previo. Pero este revés obliga a la federación a buscar alternativas y ya lo ha hecho: están «negociando con salas privadas de ocio nocturno», apuntando al Casco Histórico.

Unas fiestas más céntricas para un colectivo que aglutina, tras la escisión de nueve de las 26 peñas, a más de 8.000 zaragozanos, que ya dan por asumida la dispersión. El pabellón propio les proporcionaba un punto de encuentro, pero igual ahora el alma de la fiesta decide emigrar al centro, y abandonar la periferia. No era el objetivo pero, desde ayer, este callejón en el que parecían estar metidos ya no tiene salida. No hay vuelta atrás. Ir contra los informes técnicos para plegarse a sus exigencias, según Rivarés, sería prevaricar. Y no lo hará.

NO PREVARICAR

«No hay espacio para Interpeñas», anunció el edil de Zaragoza en Común (ZeC), remarcando que «la seguridad y la legalidad son inviolables y no voy a hacer nada que no me las aseguren». El responsable de Cultura recordó que ya hubo «una adjudicación directa ilegal en el 2008» a Interpeñas, en el Párking Norte, por la que el consistorio fue condenado años después, en el 2011.

Rivarés insistió en que «no es una decisión política, sino personal basándome en los informes que hablan de que es ilegal la concesión a dedo y de la falta de seguridad, y no me la voy a jugar cuando ya ha habido muertos y accidentes graves otros años». «Porque es mi obligación como cargo público cumplir con la ley y asegurar y garantizar la seguridad de cualquier persona que acuda a un recinto pilarista», añadió el concejal.

Su alternativa es la misma que hace unos días: los espacios de convivencia en los barrios. Como las cuatro peticiones de nueve peñas en los parques de Delicias, Tío Jorge y Torre Ramona, y en una calle de San José que ya están analizando, y que augura que serán «siete u ocho» en los próximos días. Pero que «cualquiera que quiera usufructuar un espacio de explotación con lucro debe licitar». Mientras tanto, su «obligación es decir no, aunque me pese, que me pesa». Si no se acepta, ofreció a los peñistas los «más de 500 actos programados en las fiestas y docenas de espacios en la ciudad, la mayoría de acceso libre».

RESPUESTA PEÑISTA

Una resolución al conflicto que podría generar otro. El presidente de Interpeñas, Braulio Cantera, aseguró que el resultado sobre el pabellón pedido ya era «esperado» porque «solo hemos recibido negativas a todo lo que se le ha propuesto al ayuntamiento». Y que la «alternativa» en la que ya trabajan es «llegar a acuerdos con locales de ocio nocturno, repartidos por la ciudad o en el Casco Histórico».

«Lo que podemos asegurar es que sobreviviremos a esto», respondió, sobre el impacto que puede tener perder los ingresos que les reportan las fiestas para sus actividades durante todo el año. Una inyección suficiente para todo que ahora se perderá. Eludió valorar si se trata de una decisión política -«que lo aclare el ayuntamiento», dijo-, pero sí destacó que se preguntan «qué diferencia hay entre la propuesta que plantea Interpeñas y las que están llegando para instalarse en los barrios o en los parques». «No sé si es que hay dos servicios jurídicos distintos o criterios diferentes, porque el montaje, un escenario y una barra, es idéntico», añadió Cantera.