A los chalets convertidos en invernaderos de marihuana y a los bosques cuya frondosidad esconde plantas de cannabis se suman desde ahora naves de polígonos industriales que están de capa caída por la crisis económica. El Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Casetas llevó a cabo la denominada operación Quiperi que ha finalizado con la detención de un grupo criminal de origen albanés compuesto de cinco personas que cultivaban esta sustancia en almacenes de la provincia de Zaragoza. Hasta 2.600 especies intervinieron.

La intervención conocida ayer viernes se inició en la madrugada del martes. De forma simultánea, los investigadores realizaron tres registros en las naves ubicadas en Empresarium, en la Cartuja Baja; en La Puebla de Alfindén y en Villanueva de Gállego. En el interior de todas ellas se hallaron un total de 1.748 plantas de cannabis en diferentes estados de crecimiento, así como todo lo necesario para el cultivo de la sustancia.

Un final a meses de pesquisas. Estas se iniciaron en el mes de noviembre del 2020 cuando agentes de Seguridad Ciudadana del puesto del instituto armado de Alfajarín aprehendieron en una nave de un polígono industrial de La puebla de Alfindén 900 plantas de marihuana y detuvieron al responsable de cultivo, un varón de 25 años y nacionalidad albanesa, al que se le imputaron los delitos de defraudación de fluido eléctrico, contra la salud pública y falsificación de documentos.

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GUARDIA CIVIL

El detenido había utilizado un pasaporte falsificado para la contratación de la nave en la que se incautó la marihuana y el vehículo que utilizaba en sus desplazamientos era propiedad de otra persona que había gestionado la contratación del alquiler del inmueble. Una mujer que también habría alquilado otras tres naves industriales más ubicadas en diferentes puntos de la provincia de Zaragoza.

De ese hilo tiraron los agentes cuya operación se saldó con cinco arrestados en total y con la intervención de tres naves en las que habían construido una serie de cuartos para mantener la temperatura y humedad idónea para este tipo de cultivo. Todo ello con una instalación eléctrica muy profesional con la que alimentar las 24 horas que la marihuana necesitaba luz y calor, así como otra de riego. Curiosamente, la luz que empleaban estaba enganchada al suministro público por lo que no pagaban nada.

Fruto de todo ello, cinco personas fueron arrestadas, cuatro hombres y una mujer, todos de nacionalidad albanesa, a los que se les imputan delitos de pertenencia a grupo criminal, contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico. Tres de los detenidos se encontraban en situación irregular en España. Todos ellos fueron puestos a disposición del Juzgado de Guardia de Zaragoza que, tras tomarles declaración, acordó la libertad provisional.

Aragón está adquiriendo fuerza en el mercado ilegal de la marihuana tanto a nivel logístico como de producción. Cada vez son más las caravanas de hachís y de ‘maría’ que proceden del sur de España y que son intervenidas en su camino a Francia. Pero también destaca en producción de forma notable como consecuencia de los cambios en las preferencias de las personas que consumen drogas. El hecho de que haya desaparecido el ocio nocturno como consecuencia de la pandemia está provocando que las compras de cocaína o speed estén de capa caída en comparación contras sustancias menos sociales y con propiedades menos estimulantes.