El fiscal de la Audiencia Nacional que investiga las posibles irregularidades en el accidente del avión Yakovlev-42 ha rechazado por el momento las pretensiones de las familias de algunos militares de exhumar e identificar correctamente los cadáveres, según publica esta semana la revista Interviú.

Las familias de 20 de los 62 fallecidos han presentado un escrito en la Audiencia Nacional en el que, entre otras medidas de investigación, solicitan la exhumación de los 30 cuerpos mal identificados y la imputación de otros dos oficiales médicos españoles, además de los ya imputados generales Navarro y Beltrán. Se trata de un comandante y un capitán, especialistas en anatomía patológica, que colaboraron con los expertos turcos en los reconocimientos de los cuerpos. 62 militares españoles perdieron la vida en el siniestro.

De acuerdo con el escrito de la acusación, ambos debían saber que los cuerpos eran inidentificables sin pruebas de cotejo como el ADN o placas dentales.

Sin embargo, siempre según la acusación de los familiares de las víctimas, no tuvieron problema en firmar las autopsias de los 30 cuerpos sin identificar el 27 de mayo, en Trabzon (Turquía), antes de la repatriación. A pesar de esta evidencia que la acusación documenta ante la Audiencia Nacional, el general Navarro aseguró en su informe que estas autopsias se habían hecho ya en territorio nacional.

Las autopsias son todas idénticas, como hechas en serie, para los 30 fallecidos que aún estaban sin identificar cuando se repatriaron. Estas familias también piden que se investiguen los teléfonos y las llamadas que hizo el personal de Defensa que se trasladó a Turquía. El fiscal ha contestado que no son procedentes estas investigaciones, ni la exhumación ni la declaración como imputados de los generales. También rechaza la declaración del exministro de Defensa, Federico Trillo, como testigo, tal y como habían exigido ya quince familias de los militares fallecidos en el siniestro.