Las inversiones éticas y transparentes son más rentables que las tradicionales y hay que "eliminar el mito" de que la responsabilidad social corporativa es un costo para las empresas, ha dicho hoy el profesor de la Universidad de Zaragoza Juan Royo.

Royo es el coordinador del cuarto Congreso Nacional de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) que se celebrará en octubre en Zaragoza y que hoy ha celebrado, como actividad previa, la jornada "Metodologías de Selección de inversión Socialmente Responsable", que ha inaugurado la presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias de Aragón, María Jesús Lorente.

Lorente ha explicado a Efe que "está en la mano" del ciudadano elegir dónde quiere invertir y tiene derecho a saber cómo la empresa en la que invierte, además de crecer y tener un rédito, trata a sus trabajadores y empleados y cómo contribuye a sostener el territorio.

No es una opción novedosa, pero se está poniendo ahora en valor, ha dicho.

Ha agregado que el ciudadano debe de ser consciente de dónde pone su dinero para obtener beneficios, "no como hermanitas de la caridad", pero a la vez saber que la compañía en la que invierte es "socialmente responsable".

Para ello, hay unas listas que incluyen los nombres de "empresas modélicas" y que, aunque deberían de ser "aún más transparentes", incluyen los tipos de compromiso en RSC que éstas han adquirido.

Exigir esta información en los bancos es necesario, para saber que la empresa en la que se elige invertir beneficia al inversor, pero también "al conjunto de la sociedad", ha insistido Lorente.

La aceptación de este tipo de inversiones todavía no es muy elevada, pero "cada vez más gente opta por ello", ha dicho.

"Cada vez más el consumidor consume con el corazón, con emoción", y, por ejemplo, cuando ve que una empresa no tiene un comportamiento político o medioambiental ético, que ha despedido a gente o se ha marchado de España una vez que "se ha lucrado con sus impuestos", decide no consumir sus productos.

Esto sucede, ha agregado Lorente, hasta el punto de que hay empresas que se vienen abajo por este motivo.

También los bancos tienen responsabilidad en este campo, ha advertido.

Hasta ahora han tenido un cliente "preso, fijo", que ahora está "cambiando el chip", y por eso tiene que ser "el primero" en moverse, "ofrecer y pedir confianza" y explicar bien qué tipo de inversiones ofrece en su cartera de valores.

Por su parte, el profesor Royo ha explicado a Efe que la responsabilidad social corporativa (RSC) es una "estrategia a largo plazo" que genera transparencia y, por tanto, más conocimiento, lo que hace que las empresas puedan enfrentarse a los riesgos "de manera más coherente".

Aunque hay muchas compañías "reticentes" que tiene "muchos tópicos" y que confunde la RSC con "solidaridad, caridad u obra social", ésta es "todo lo contrario", porque contribuye al beneficio empresarial.

Por ejemplo, unos trabajadores contentos están más motivados y son más competitivos y una empresa que afronta estrategias medioambientales por encima de lo que marca la ley tiene "mejor imagen" en la sociedad.

Royo ha dicho, finalmente, que aunque en Aragón las administraciones públicas están haciendo un "esfuerzo importante" en este campo de la RSC, tienen que hacerlo "aún más" en la contratación, y pedir a los proveedores no sólo buenas condiciones económicas, sino también memorias de sostenibilidad o actuaciones en RSC.