Las autopsias practicadas a los dos ancianos encontrados muertos ayer en su domicilio en Ejea de los Caballeros confirman que el fallecimiento se produjo por muerte natural, según fuentes de la Guardia Civil de Zaragoza. Esta era una de las principales hipótesis sobre las que trabajaban los responsables de la investigación, en torno a unos hechos que causaron conmoción ayer en la localidad.

Los cuerpos fueron hallados a última hora de la mañana de ayer tendidos juntos en el suelo de una habitación de la vivienda, ubicada en la calle Mediavilla de la población, tras la voz de alerta dada a la policía local por una nieta del matrimonio de ancianos para informar que no respondían a sus llamadas.

El inicio del proceso de descomposición de los cuerpos, junto con la escasa iluminación, indujo en un primer momento a los agentes de policía judicial de la Guardia Civil a plantear la existencia de signos de violencia. Sin embargo, posteriormente descartaron esta hipótesis.

Al parecer, desde la investigación no se descarta que el anciano hubiera fallecido repentinamente de muerte natural y que la mujer, discapacitada y con una escasa movilidad, se hubiera arrastrado hasta donde se encontraba su marido, junto al que habría finalmente muerto.

Fuentes vecinales citadas por medios de comunicación aragoneses señalan que el matrimonio había perdido en los últimos años a sus dos hijos, uno por enfermedad y otro por accidente, y vivían aislados de forma voluntaria, hasta llegar a rechazar la ayuda de asistencia social que habían recibido del Consistorio de Ejea.

Las fuentes judiciales referidas han apuntado, además, que a su llegada a la vivienda, los agentes de policía local se encontraron con las llaves echadas en la puerta para dificultar el acceso a su interior.