El grupo de Organocatálisis Asimétrica está trabajando una química verde, más respetuosa con el medio ambiente, y que podría ser utilizada por parte de las empresas farmacéuticas para crear medicamentos sin la necesidad de usar metales.

El grupo, dirigido por la investigadora del Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea (ISQCH), Raquel Pérez, utiliza para ello el proceso llamado organocatálisis asimétrica, una rama muy novedosa de la química que se caracteriza por una menor toxicidad y menor contaminación medioambiental.

El equipo de este instituto, centro mixto entre el CSIC y la Universidad de Zaragoza, ha desarrollado un nuevo método para preparar unas moléculas orgánicas pequeñas, conocidas con el nombre de escuaramidas, de una forma más eficiente, en menor tiempo y generando menos residuos.

Este proyecto se está realizando de forma pionera en Aragón, gracias a este equipo de investigadores y a la concesión de distintos premios y proyectos de investigación, como el otorgado recientemente por la Fundación BBVA a través de la beca Leonardo, según informaron fuentes del instituto.

En estos procesos catalíticos, los investigadores obtienen productos que después son evaluados para ver su actividad anticancerígena frente a distintas líneas celulares de cáncer con el fin de poder evitar los procesos más agresivos que actualmente se utilizan en los tratamientos contra esta enfermedad.

«El empleo de un organocatalizador podría evitar el problema de tener que eliminar pequeñas cantidades de metales que pudiesen quedar durante la preparación de los fármacos y que podrían resultar tóxicas para el consumo», explicó Pérez.