Las Cortes aprobaron ayer con los votos a favor de PP, PSOE, CHA e IU la creación de una comisión de investigación sobre Plaza. El PAR se quedó solo en su abstención. Los grupos tendrán que diseñar ahora el plan de trabajo para este grupo que buscará "llegar hasta el final", "hasta el fondo", y "caiga quien caiga" en uno de los casos de corrupción más graves de la comunidad.

En un ambiente tenso, sin alcanzar la crispación, los grupos se retrataron en el debate. CHA e IU en su libertad para trabajar sin caer "en juicios paralelos", pero con "responsabilidad", y con el propósito de "estar a la altura". El PSOE, contenido y dolorido en su propio debate interno, pero convencido de que es "necesario arrojar claridad y transparencia" sobre el caso. El PP en su disposición para "llegar hasta el fondo" y dilucidar responsabilidades políticas; con la posición de fuerza que le da disponer de toda la información que descansa en el Pignatelli. Y el PAR, en tierra de nadie, amenazando con dejar la comisión si las cosas se ponen feas.

HOJA DE RUTA

Superado el debate, los grupos deberán ahora reunirse y fijar la hoja de ruta. La comisión será abierta a los medios. Así lo quieren PP, CHA e IU. Y parece que, con toda lógica, finalmente no se privará a nadie de la información. El PSOE, en permanente dilema entre lo que quiere y lo que debe, no lo tiene claro. Y el PAR apuesta por que sea secreta en un intento por ocultar una investigación en la que ni cree ni desea. Serán, en principio --se podrán ampliar--, seis meses de trabajo, con cinco representantes, uno de de cada partido.

A la espera de que llegue la hora de la verdad, y se evidencie la voluntad de cada uno, ayer los partidos trataron de fijar sus posiciones. El primero el PSOE, cuyo portavoz, Javier Sada, estuvo menos suelto que de costumbre. Leyó su discurso, algo poco habitual en él. Sus palabras estaban medidas al milímetro, y aunque improvisó en algunos momentos, evitó salirse de un guión diseñado en el costurero. Ensalzó el proyecto de Plaza, como la mayor apuesta logística "en décadas". Un bálsamo antes de admitir que el caso provoca "inquietud y alarma" entre la ciudadanía, lo que "obliga" a arrojar mayor "claridad". "No se trata de suplir a la Justicia, ni de hacer un juicio paralelo, ni un circo, sino de investigar, analizar, rectificar y depurar responsabilidades políticas, si las hubiera", dijo.

José Luis Soro (CHA) incrementó la contundencia del discurso, liberado de ataduras. "Lo normal es reaccionar cuando se roba dinero público", espetó al poco de subir a la tribuna. Se atrevió a criticar las palabra del presidente de las Cortes, José Ángel Biel, que había dicho 24 horas antes, entre los focos de la capital, que las comisiones de investigación "no sirven para nada", solo para "dar alpiste a los canarios". El portavoz nacionalista lamentó estas palabras porque "ponen en duda el parlamentarismo", al dudar y burlarse de un mecanismo previsto en la Cámara de la que Biel es el máximo representante. "No es alpiste para los canarios de lo que hablamos, sino de pajarracos", dijo. "Debemos estar a la altura y llegar hasta el fondo para exigir responsabilidades. No nos temblará el pulso", zanjó.

NINGUNEO

La portavoz de IU, Patricia Luquin, criticó también las palabras de Biel. "Flaco favor se le hace a las instituciones cuando se dicen cosas como la del alpiste. Nos ningunea", manifestó. Pero insistió en la idea de que lo prioritario es aclarar "cómo se gastó el dinero público. Estamos hablando de responsabilidades públicas, no de vendetas, ni de juicios paralelos". Apostó por hacer un trabajo "serio, caiga quien caiga", porque es su "obligación".

El popular Antonio Torres mostró su convencimiento de que detrás del caso Plaza hay responsabilidades políticas por "acción y por omisión". Ante esta realidad "no caben las zonas de sombra ni ir de farol. Debemos recuperar la credibilidad ante los ciudadanos. El PP dice adelante y hasta el fondo". Lo que permitirá, según el conservador, dar pasos al frente al lado de la sociedad y acabar con la corrupción. "Este asunto nos avergüenza a todos".

O a casi todos. Porque el portavoz del PAR, Alfredo Boné, ni siquiera opinó sobre lo que se conoce del caso Plaza. Lejos de eso se mostró abiertamente contrario a la comisión, y dio un paso más al proponer una revisión de reglamento para eliminar --se supone-- la posibilidad de crear investigaciones de estas características. "La Justicia debe llegar al final sin que nadie interfiera", advirtió. Justificó la abstención de su grupo en el interés del PSOE por la comisión que ayer se aprobó. Pero avanzó que el PAR no participará si la investigación se convierte en foco de "insultos" y "descalificaciones".