El Juzgado de Instrucción número 4 de la capital aragonesa investiga al socio de un taller por, presuntamente, la comisión de delitos como revelación de secretos, hurto y apropiación indebida.

Todo parte de una sociedad en la que tres personas conformaban parte de la misma. Según los denunciantes, representados por el abogado Marco Antonio Navarro, el ahora investigado C. S. M. vendió sus participaciones en la empresa, pero con la condición de trabajador solamente.

Al haber sido socio, supuestamente, seguía estando tanto en la cuenta bancaria como en las de la empresa e, incluso, en la base de datos de la propia sociedad, aunque solo figurara como empleado durante 15 días. Gracias a ello, presuntamente, accedió a las bases de datos y se apropió de las mismas, incluso llegando a solicitar la modificación del e-mail de la persona jurídica de la sociedad.

Según la denuncia, con la sustracción del correo electrónico «ha tenido acceso a las conversaciones de clientes y proveedores, además de manipular las búsquedas e, incluso, impide gestionar la cuenta de Google de la empresa». Por otro lado, acusan a C. S. M. de haber sustraído el antiguo sistema de gestión de taller con todas las operaciones, facturas y bases de datos de los clientes».

Cree la acusación particuLar que pudo haberlo hecho los últimos días que estuvo en el taller «puesto que no se levantó de la mesa y ahí pudo hacer las copias».

Asimismo. aseguran que se ha llegado a quedar los logos de la empresa para usarlos en su beneficio. Por otro lado, aseveran que se llevó un carro de herramientas que no eran suyas, siendo las que más valor tenían.

La acusación particular destaca que a todo ese daño hay que añadir que, al redireccionar la web parmomotorzaragoza.es a la suya alvo87.es, «consiguió que los antiguos clientes supiesen que ha sido cambiado el nombre comercial y el domicilio del taller», que actualmente se sitúa en la calle Miraflores en el zaragozano barrio de San José.