Los investigadores atribuyen a la banda madrileña casi 30 robos en Aragón, todos ellos en la provincia de Zaragoza. De ellos, 19 son robos con fuerza en las cosas, principalmente en empresas de alimentación, en varios polígonos de los alrededores de la capital --como Centrovía o Malpica--. Además actuaron en Alfajarín (por le que se iniciaron las pesquisas), Épila, Calatayud o La Almunia. A estos hay que añadir el robo a una sucursal bancaria, también en las inmediaciones de Zaragoza, en la que emplearon la lanza térmica para reventar la caja de seguridad. Se llevaron 70.000 euros. Además, robaron nueve vehículos de carga, camiones y furgonetas, para transportar el botín.

En estos robos buscaban principalmente productos alimenticios de primeras marcas, que luego revendían. Según consideran los investigadores, utilizaban los productos más baratos --como los alimentos o los móviles sustraidos en Madrid-- para lograr fondos con los que comprar material de última tecnología, como las lanzas térmicas, y poder abordar robos cada vez más complejos. Entre ellos, los de los vehículos de lujo y entidades bancarias. La Guardia Civil imputa a los 16 implicados delitos de robo con violencia, con fuerza, falsedad documental --por trucar matrículas--, receptación y blanqueo de capitales.