Los parques de Zaragoza empeoran su imagen durante el verano porque la empresa que se encarga de su mantenimiento, FCC, no suple las vacaciones de sus empleados con nuevas contrataciones, de carácter temporal, y recude la plantilla disponible cerca de un 60%. Esta fue, en resumen, la denuncia pública que ayer lanzó Raúl Ariza, concejal de IU en el ayuntamiento, que acusó a la empresa de dejación en sus funciones e incumplimiento de los pliegos que rigen el actual contrato, y al Gobierno de la ciudad de tolerarlo y no actuar con contundencia para garantizar la calidad del servicio.

"Lo racional sería que los sustituyera porque en el contrato pone que prestará el servicio con 228 personas", declaró el edil, quien lamentó que el Gobierno municipal no haya actuado ni cuando, a la hora de evaluar las ofertas, los técnicos del consistorio advirtieron que FCC no explicaba "la cobertura del personal en vacaciones o por enfermedad". Por eso utiliza "solo un centenar de trabajadores", repartidos en las zonas asignadas.

Así, hay parques como el del Castillo Palomar que "solo lo mantiene una persona", pese a tener más de 55.000 metros cuadrados de superficie y "cuando está de vacaciones no hay nadie", y otros como Delicias, que "tiene a dos" con más de 93.000 y se queda en uno durante este periodo. "Hemos pedido el informe de los servicios jurídicos que avalan esta situación", declaró.

El edil de IU utilizó estas dos zonas verdes para ejemplificar las importantes deficiencias que presentan los parques. Pero en algunos casos, señaló, no tiene tanto que ver con la falta de medios como con la "dejadez" de la empresa. Bancos rotos o inclinados, calvas en el césped, pintadas, escaso mantenimiento de estanques, falta de resiembra, baldosas rotas o setos sin recortar, muros y empedrado que ha perdido alguna de sus piedras... Son ejemplos del deterioro que se acumula desde hace meses. De hecho, en Castillo Palomar algunas ya se detectaron en febrero y, seis meses después, "solo han pintado".

Es el caso de algunas barandillas rotas o astilladas, o bancos en los que "sobresale un clavo de cuatro centímetros". Esas añaden "peligrosidad" para los usuarios. O en las zonas de juegos infantiles donde hay elementos rotos desde hace tiempo.

El problema, aseguró, es que el servicio de inspección municipal, de doce personas, está desbordado y no tiene aún ni siquiera la aplicación informática que permitiría vigilar en tiempo real. Y cuando interceptan fallos, como los "58 expedientes" relacionados con el cobro por duplicado de los residuos de las zonas verdes aprovechando la recogida de basura doméstica, no se les sanciona. "Solo hay que multiplicar 900 kilos de cada contenedor por 58 casos, por 300 días al año, por doce años que FCC ha tenido el contrato" (187.920 toneladas), explicó Ariza. Por eso pedirá "iniciar la aplicación de la cláusula de lesividad" por los pagos de más que se han podido realizar (como con la concesionaria del bus). "En tiempos de crisis el dinero público se revisa hasta el último céntimo" e IU le pondrá "una lupa en cada factura".