A nadie le sorprendió ver la noche del jueves, tras el acto oficial de las letras aragonesas, al dirigente de IU, Adolfo Barrena, y a varios diputados socialistas compartir copa y charla amigable en el Pignatelli. Hace no mucho tiempo, esa imagen distendida era casi inimaginable. Pero los años de enfrentamiento entre PSOE e IU ya son historia y ambos atraviesan por una luna de miel , que se ha mostrado en su plenitud en el reciente debate del presupuesto de Aragón para el 2004.

¿Cómo explicar que IU, con solo un diputado, haya logrado colar la mayoría de sus enmiendas al presupuesto sin ser el partido clave para la gobernabilidad de Aragón que era en la anterior legislatura? La respuesta a este interrogante es distinta si procede de los otros dos grupos de la oposición --PP y CHA-- que si se explican la propia IU y los partidos del Gobierno. Para populares y nacionalistas, es la prueba palpable de que en la política aragonesa se está cociendo un nuevo tripartito en la sombra. IU lo niega y atribuye su éxito a su capacidad de negociación y de diálogo.

Intereses comunes

¿Quién tiene razón? Es posible que todos. Lo cierto es que el debate presupuestario ha llegado en un momento idóneo para los intereses de IU y de los socios del Gobierno: a las puertas de la negociación de una coalición electoral para el Senado en la que a ninguno de los tres partidos posibles coaligados --PSOE, PAR e IU, si finalmente CHA no entra en la operación-- les interesa sembrar el terreno de minas. Además, al tratarse del primer presupuesto de la legislatura, el PSOE-PAR necesitaba dar un golpe de efecto buscando el acercamiento de las dos fuerzas progresistas de la Cámara, CHA e IU, y marginando al PP, aunque sólo fuera por imagen y para no ser acusado de machacar a la izquierda. Con CHA fracasó, pero logró el voto de IU.

La coalición que dirige Barrena vive su momento político más dulce de los últimos meses. Ha sido portada de los diarios nacionales con la aprobación de su iniciativa para que puedan adoptar niños las parejas de hecho homosexuales, se ha hecho hueco en el futuro consejo de administración de la televisión autonómica y considera que ha sido clave para vaciar de contenido al polémico Instituto de Gestión Medioambiental. Pero la guinda de esa nueva etapa de colaboración ha sido el debate de las cifras de la DGA para el próximo año.

El revolcón propiciado por IU al presupuesto ha sido histórico si se tiene en cuenta que su voto no era imprescindible. El listado de logros es amplio: tres millones de euros para la financiación de la Universidad de Zaragoza; otros tres en el Plan de Residuos Sólidos Urbanos; un millón a un plan general de Arqueología; más de dos millones para mejorar el transporte sanitario urgente; otros dos millones de inversión en los psiquiátricos de Huesca y Tarazona, y 2,2 millones en el hospital de Barbastro, así como unos 850.000 euros para tres unidades provinciales de información al usuario de la Sanidad. En Educación, gracias a las enmiendas de IU, el presupuesto destina un millón para la paga de antigüedad de la escuela concertada. También se ha incrementado en 300.000 euros el Fondo de Cooperación al Desarrollo, mientras que sube el Ingreso Aragonés de Inserción, también llamado salario social, un 5% frente al 3,7% propuesto inicialmente por PSOE y PAR. Los programas de empleo femenino logran tres millones más.

El único diputado de IU ha movido más de 20 millones de euros del presupuesto, sin duda, todo un éxito sin precedentes pese a que su voto no es clave.