Lo que sirve para las elecciones generales no se repetirá en las autonómicas del próximo mes de mayo. El coordinador general de Izquierda Unida en Aragón, Álvaro Sanz, confirmó ayer que esta organización se presentará en las próximas elecciones autonómicas «como Izquierda Unida», después de que Podemos diese por finalizadas las negociaciones para formar una alianza de izquierdas.

La federación de izquierdas indicó que han buscado hasta el último momento revalidar la colaboración en un frente amplio para defender políticas sociales. «Las negociaciones para las elecciones autonómicas están definidas ya, e IU tiene claro que irá a las elecciones autonómicas con sus propias siglas», indicó. Las reuniones han sido intensas, pero al final no han llegado a buen puerto. «Desde que Podemos rompe las negociaciones, trabajamos por presentarle a la ciudadanía una propuesta política claramente de izquierdas, con el fin de recuperar derechos y libertades, establecer un sistema público fuerte y, también, un cambio importante en el modelo productivo», destacó el responsable de IU a la hora de repartir responsabilidades sobre la falta de acuerdos.

En todo caso, Sanz no facilitó más datos sobre los motivos del fin de las conversaciones con la formación morada, ni tampoco precisó los puntos de desacuerdo. En otras comparecencias anteriores desde IU se mostraron dispuestos a renunciar a algunos puestos de salida en función de una representatividad más ajustada. El coordinador avanzó que trabajan de cara a la próxima legislatura con el fin de lograr «una economía para las personas, unas instituciones que garanticen a los más débiles la misma capacidad y derechos para tener las mismas oportunidades que los más fuertes, y un sistema fiscal progresivo en el que pague más impuestos quienes poseen más renta».

DUDAS SOBRE ÉPILA

El coordinador de IU también criticó la decisión del presidente de la DGA, Javier Lambán, de autorizar la ejecución del Plan de Interés General Autonómico (PIGA) de Bon Área en Épila, ya que se trata de un modelo que, en su opinión, «genera dudas respecto a la calidad del empleo, el medio ambiente, y, en definitiva, el modelo productivo que se está favoreciendo».