Izquierda Unida en Aragón ha pedido a Endesa que invierta sus beneficios en adaptar la central térmica de Andorra (Teruel) a las exigencias medioambientales de la Unión Europea.

A través de un comunicado, la formación ha tildado de "inmoralidad" que Endesa reparta dividendos por valor de más de 14.000 millones de euros, "mientras desoye las reivindicaciones" de territorios como las Comarcas Mineras, para que la empresa eléctrica invierta en la central.

La inversión aseguraría "el futuro de la misma y de sus trabajadores, familias y vecinos", según el diputado de IU por Teruel en las Cortes de Aragón, Luis Ángel Romero.

Según el mismo comunicado, será la empresa Enel la gran beneficiada de este reparto, ya que recibirá más de 13.000 millones y el resto, más de 1.000 millones, lo cobrarán los accionistas minoritarios.

Izquierda Unida recuerda que el Ayuntamiento de Andorra, gobernado por esta formación, aprobó una campaña con los sindicatos y los empresarios para exigir a Endesa que haga las inversiones en la central.

Esta campaña incluye una recogida de firmas hasta el 30 de noviembre y, "a día de hoy, se han recogido más de mil".

La formación recuerda que el grupo parlamentario IU presentó una iniciativa en las Cortes que fue aprobada por unanimidad para reclamar al Gobierno autonómico que se dirija a Endesa, para instarle a reconsiderar su postura sobre las inversiones.

La iniciativa recogía también la necesidad de solicitar al ministerio de Industria que reformule la propuesta de aplazamiento a las empresas eléctricas sobre la adaptación de las centrales térmicas a la Directiva europea.

Izquierda Unida ha criticado también a través de su coordinador general en Aragón y responsable Federal de Energía de IU, Adolfo Barrena, el reparto de dividendos "porque Endesa tiene la poca vergüenza de, teniendo unos beneficios históricos, subir el precio de la tarifa eléctrica, que en lo que va de año supondrá un aumento de cerca del 30 %".

Barrera ha cargado también contra el Gobierno del PP por seguir "amamantando a toda costa" al sector eléctrico, controlado, ha dicho, por tres grandes multinacionales que copan hasta el 70 %, "importándoles poco, en cambio, la necesidad estratégica y hasta social de abaratar y controlar ese tremendo flujo de precios".