La exposición ante los diputados de los fondos previstos para este 2018 en el departamento de Desarrollo Rural del Gobierno de Aragón dejó entrever por primera vez en la ronda de comparecencias una fractura en el bloque de izquierda.

Las matizaciones que Podemos e Izquierda unida han planteado al presupuesto del resto de consejerías se convirtieron ayer ante el consejero Joaquín Olona en duros reproches contra su labor política. «Si fuera únicamente por el contenido de este departamento sería muy difícil llegar a acuerdos», aseguró el portavoz de la formación morada, Nacho Escartín al considerar que está «relegado a un rincón». «Han olvidado por completo las cuestiones de sostenibilidad», lamentó Patricia Luquin (IU).

Olona trató de justificar las previsiones de su departamento indicando que estaban «ante el mejor presupuesto» que habían sido «capaces de presentar». Por el momento se consigna un aumento total del 2,86%. Descontando los fondos europeos destinados al pago de las subvenciones agrarias el montante total es de 249,8 millones de euros.

El consejero señaló como prioridades lograr un mejor reparto de las ayudas de la PAC y garantizar la ejecución de los programas de desarrollo y que suponen casi el 42% del departamento. A calidad alimentaria se consigna un 22,8% más. También se mejoran las líneas de ayuda a la ganadería extensiva y se reservan fondos para hacer frene a las sequías. «Lo importante no es gastar sin criterio ni razón: lo importante es buscar mejoras para el mundo rural», explicó.

En el área de medio ambiente, el presupuesto aumenta un 11,17% hasta alcanzar los 145 millones de euros, de los cuales 21,47 millones se destinan a la contratación de las cuadrillas forestales, uno de los pocos puntos de acuerdo con Podemos.

El bloque del centro derecha también cargó contra las estimaciones de Olona. El diputado Ramón Celma (PP) puso de manifiesto que la mayoría de los fondos del departamento corresponden a transferencias europeas y dudó sobre la utilidad de la consejería. Ramiro Domínguez (Ciudadanos) exigió «más esfuerzo en el mundo rural» al considerar que es la partida «más social». El PAR lamentó que faltan «muchas cosas» en las cuentas.

ciclo del agua / Uno de los aspectos más polémicos en Desarrollo Rural tiene que ver con la gestión del Impuesto de Contaminación de las Aguas (ICA) y la disolución del Instituto Aragonés del Agua (IAA) al que está vinculado. Podemos consideró «nefasta» la gestión y Escartín lamentó la falta de explicaciones ante un asunto del que auguró que las decisiones de los pasados gobiernos acabarán «en los tribunales». «La extinción del IAA no está reflejada porque aún no se ha publicado la ley que regula el proceso», reconoció Olona.