Los grupos de izquierda del Ayuntamiento de Zaragoza cumplieron con lo prometido e hicieron frente común en el consejo extraordinario de Ecociudad para evitar que prosperara la petición de cese planteada por el PP y que solo fue apoyada por Ciudadanos (Cs). El PSOE y CHA se alinearon con el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) en la votación definitiva, pese a que al final tuvo que ser el voto de calidad del presidente de la sociedad, el alcalde Pedro Santisteve, quien lo evitara, ya que la inesperada ausencia de la concejala Teresa Artigas produjo un imprevisto empate a cinco votos que, como es habitual, se resuelve primando la decisión del máximo responsable de la entidad pública.

Así que el consejo extraordinario cumplió el guión establecido y solo pareció dejar descontento al propio Cubero, que seguía como vicepresidente de Ecociudad y no dudaba en arremeter contra el PSOE por su rechazo al plan director aprobado en julio que plantea las municipalizaciones de las depuradoras.

A su juicio, «no se puede estar sorbiendo y soplando» y apoyar a un Gobierno de ZeC «y no a sus políticas». En su opinión, existe un «bloqueo» a este objetivo de «gestionar el agua desde lo público», por lo que recriminó ese rechazo previo al «diálogo y el talante» que les instó a retomar para llegar a acuerdos. Porque evitar su cese y apoyar esas municipalizaciones deben ir unidos, dijo. «Si el PSOE apoya la municipalización si yo dimito, no tengo ningún problema en hacerlo», llegó a asegurar. Pero no lo someterá a votación sin ese acuerdo previo con la izquierda.

Mientras, en el consejo se planteó la posibilidad de volver a debatir ese plan director que ZeC aprobó en solitario en julio, en un consejo extraordinario, ahora que ha vuelto la oposición.