La izquierda en el Ayuntamiento de Zaragoza ha vuelto a salir unida, por segunda vez en esta legislatura, para exigir al Gobierno PP-Cs la ejecución de los 19 proyectos en 16 colegios públicos que estaban incluidos en los presupuestos participativos. Tras denunciar el "recorte" en esta inversión en centros de titularidad municipal, para destinar esos 1,2 millones de euros a amortizar deuda bancaria, han instado al alcalde Jorge Azcón a que licite estás obras "antes del 31 de diciembre" o, en su defecto, manifieste un "compromiso público" de que los incluirá en los presupuestos del 2020.

Arreglos en baños, el pintado de aulas, arreglos en los patios o de ventanas... Son algunos de los ejemplos de obras que, si nadie lo impide, ya no se harán. Para este año ya no hay dinero, para el próximo le piden a Azcón la "voluntad política" que todos denuncian que no ha tenido en el actual ejercicio. Mientras, para el PSOE, ZeC y Podemos-Equo, ese recorte en la inversión tiene más que ver con una "decisión ideológica" que demuestra "cuáles son las prioridades de esta coalición PP-Cs", que le quita el dinero a obras de solo 10.000 o 50.000 euros mientras incrementa en 800.000 euros el gasto en su organigrama de Gobierno y de cargos directivos.

"A Azcon habría que explicarle primero qué es una escuela pública, porque no la ha pisado nunca. Ni él ni sus hijos", ha arremetido el portavoz de Podemos-Equo, quien ha asegurado que el argumento de que no se pueden ejecutar porque ya ha pasado el verano "es una tontada como un autobús".

Junto a ellos, Marta Moreno, vocal del AMPA del CEIP María Moliner de Zaragoza y que hace de portavoz de los 16 centros damnificados, ha asegurado que en mayo les informaron desde el servicio de Arquitectura que "todos los proyectos estaban ya redactados y enviados a Contratación para licitarse en 15 días". Días después les informaron de que "ya estaban paralizados".

Su caso es paradigmático y sorprende lo que han tenido que hacer para subsanar deficiencias. La propia AMPA "se ha gastado 1.500 euros" de su bolsillo para pintar las aulas de Primaria y "800 más" en pintura para hacer "brocha en mano" ellos mismos las de Infantil. Y consiguieron un premio de 2.000 euros en un concurso en Puerto Venecia que destinaron a "comprar ventiladores", y cuando los iban a colocar "el ayuntamiento nos exigió una instalación de 7.000 euros". Finalmente, tuvo que ser Leroy Merlín, donde los habían comprado, quien asumió ese coste. "Si no hoy estarían comprados y sin poder colocar", ha añadido. El viernes tienen una reunión con el responsable de Urbanismo, Víctor Serrano, y esperan obtener por fin alguna buena noticia.