Mientras que para Bono ésta ha sido la Navidad que ha celebrado de la "mejor manera" desde que tiene recuerdo, según explicó durante la comida, para algunos de los militares de la Brigada de Cazadores de Montaña de Jaca, ha habido "días mejores". Y es que a causa de la visita y del desfile de ayer les ha tocado ensayar hasta en los días de navideños, según señaló uno de los escogidos.

Aún con todo, numerosos soldados se mostraron satisfechos con la visita y casi tan orgullosos como aseguró el ministro sentirse de ellos. "Hasta el momento no he recibido ni una sola queja de un soldado destacado en el extranjero", aseguro Bono.

Como prueba de la concordia, el brindis por España estuvo bañado por el cava catalán, un espumoso que procedía concretamente de Cervello. El vino que acompañó la comida, sin embargo, al igual que el servido el día anterior en Mostar, había sido producido en Castilla La Mancha. "Si es que el ministro Bono, como ha sido presidente de esa región barre para casa", bromeó uno de los militares.

Los que de verdad se sentían como en casa eran los oscenses, sobre todo los de la brigada de Jaca. Montañas a todos los lados, nieve abundante y mucho frío conforman un hábitat al que ellos están más que acostumbrados. Durante las últimas noches se han superado los 12 grados bajo cero en su campamento, en Mostar.

El alcalde de Jaca, Enrique Villarroya, tras ver la nieve por la ventanilla del avión le increpó cariñosamente al general de la brigada de Montaña, Jaime Coll: "a ver cuándo envían a los militares de Jaca otra zona más calurosa".

Pero es no sólo eso lo que les recuerda a los militares aragoneses a su tierra. Parte de esa culpa la tiene también el propio nombre del contingente español destinado en Kosovo: Agrupación Aragón. "Es como se tiene que llamar", aseguró el cabo primero Javier Martín.

Además, muchos de los soldados que se encuentran en Istok ya habían estado allí en anteriores misiones durante los últimos años. Algo que no es de es extrañar porque casi la mitad de la Brigada de Cazadores de Montaña de Jaca se encuentra actualmente allí.

Por último, los que también se encuentran como en casa --y éstos con más razón que nadie-- son algunos vecinos de Kosovo que gracias a las labores de paz y seguridad de los militares, se han atrevido a regresar a sus hogares.

Un fenómeno que empieza a ser típico en zonas concretas como en el valle de Osojane, primer reasentamiento de kosovares de origen serbio después de la guerra y en donde viven actualmente unas 350 personas. Hoy en día y tras el enfrentamiento étnico y cultural de la antigua Yugoslavia, alrededor del 95 % de la población de Kosovo es albanesa, a pesar de que la mitad de los habitantes censados en esta zona antes de la II Guerra Mundial eran serbios.