Vivir en una gran ciudad ya no está reñido con poder desempeñar actividades más propias de las zonas rurales. Un claro ejemplo es la proliferación de los huertos urbanos en Zaragoza. El aumento de hortelanos de asfalto ha obligado a regular esta práctica. Esto es lo que van a hacer con los terrenos de cultivo del parque Jardín de la Memoria, en el barrio de San José.

La concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza, en colaboración con el centro de mayores del distrito, ha iniciado ya los trámites para sacar a pública concurrencia los terrenos del parque dedicados a huerto. De este modo, la renovación de los agricultores se realizará por años naturales. Para ser candidato a labrar estos terrenos habrá que cumplir una serie de requisitos: ser jubilado, vecino del barrio --la persona que opte tendrá que estar empadronada y ser residente habitual-- y, además, realizar un cultivo ecológico. Esta última premisa también se ha extendido al resto de huertos de la ciudad como los de Casablanca o Rosales del Canal.

Aquellos que estén interesados en ser hortelanos en su propio barrio pueden presentar su solicitud hasta el 16 de enero del 2015. En principio, se adjudicarán por orden de llegada siempre y cuando no haya más ofertas que parcelas. En este caso, se iniciaría un sorteo.

La implantación de los huertos en las grandes urbes tomó forma en los 90. Sevilla fue la pionera. A Zaragoza la moda llegó hace cinco o seis años. De hecho, los huertos del Jardín de la Memoria fueron los primeros en crearse.

Muchos de ellos son gestionados por las juntas municipales, construidos por el programa Estonoesunsolar, mantenidos por asociaciones de vecinos o por el propio consistorio gracias a la financiación europea del Programa Life+. Incluso, hay programas en colaboración con otras ciudad. Ocurre en San Pablo. Una asociación de vecinos de la localidad francesa de Pau comparte sus experiencias con los labrados de esta zona.