Las negociaciones para evitar la huelga de los jardineros de Zaragoza no marchan por buen camino. Todavía hay tiempo para evitarla pero, a tenor del resultado de los últimos encuentros, las posibilidades cada vez son menores. El encuentro de este lunes en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) ha agrandado todavía más las diferencias entre el comité de empresa y la dirección de FCC, que hoy tienen otra oportunidad para redirigir las conversaciones en una negociación que para los sindicatos está «bloqueada».

Las versiones entre ambas partes son bien diferentes. Desde el comité explican que la dirección pretende «congelar los salarios nuevamente para los años 2018 y 2019» y aprobar «una mínima subida del 0,8% para el 2020» y critican que FCC retiró la oferta de «negociar un porcentaje de contratos para personal de inclusión».

En cambio, desde la concesionaria dicen que ofrecen una regularización del IPC para el 2020 del 0,8%, al entender que ya se han cerrado los ejercicios del 2018 y el 2019». Una vez más volvieron a trasladarles la posibilidad de transformar el pacto actual en convenio colectivo, «garantizando el poder adquisitivo de la plantilla, lo que significa un incremento del 19,27% por encima del convenio general del sector», informan. Se firmaría para tres años y la plantilla adquiriría una «seguridad jurídica» -siempre según la empresa- en caso de que el servicio lo explotase otra empresa, ya que tiene que salir a licitación de nuevo.

Otra de las diferencias tiene que ver con las políticas sociales y el plan de igualdad que reclaman los trabajadores. Según el comité, FCC «intenta empobrecer a los trabajadores con sus políticas de bloqueo a la hora de introducir cualquier medida que favorezca la conciliación familiar, la igualdad, el empleo o la formación». En cambio, según la concesionaria, sí están dispuestos a negociar un plan de igualdad así como a contratar a personas en riesgo de exclusión social.

Tras el encuentro, los jardineros han vuelto a avisar de que, con este panorama la huelga será «larga y dura», como ya advirtieron el viernes tras la reunión con la concejala de Servicios Públicos, Natalia Chueca, a quien criticaron por no comprometerse a no dividir en lotes el servicio. Algo que para los trabajadores supondría una merma en el servicio, un incremento en el gasto y una pérdida de fuerza en las luchas sindicales.

Está previsto que el comité traslade hoy una nueva propuesta a la empresa «que contempla la recuperación del poder adquisitivo perdido y una batería de medidas sociales». Lo hará en la tercera reunión que se celebre en el SAMA, a dos días de la manifestación y a seis de la huelga. Desde FCC ya avisaron ayer de que tendrá que ir acompañada de una mejora de la calidad del servicio y una regularización el porcentaje de absentismo, por encima del 8%.