La reunión celebrada en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) entre la dirección de la empresa que se encarga de los parques, FCC, y los jardineros de Zaragoza ha vuelto a terminar sin acuerdo, aunque con opciones de poder firmarlo. Este viernes volverán a juntarse con la esperanza de poder alcanzar un acuerdo y terminar con 54 días de huelga y una dura acampada en la plaza Europa.

El encuentro ha vuelto a ser más largo del habitual, con un receso por la tarde para analizar propuestas de un lado y otro que no acabaron de convencer y que generaron cierta tensión.

El principal escollo sigue siendo el pago de unos pluses a los jefes de servicio, que hacen las labores de inspección y que la empresa, según el comité de huelga, quiere incluir en el convenio colectivo para blindar así este extra. En cambio, tanto FCC como el Gobierno de Zaragoza mantienen que, históricamente, su abono se ha incluido en el contrato.

Los trabajadores comenzaron esta huelga ante el anuncio de la concejala de Servicios Públicos, Natalia Chueca, de dividir en lotes la contrata, algo que les debilitaría como plantilla. Ya han conseguido el compromiso del alcalde, Jorge Azcón, de que no sucederá.

También han logrado que la empresa se comprometa a incrementar su sueldo para recuperar el poder adquisitivo, aunque todavía no se ha alcanzado un acuerdo y ayer volvió a ser uno de los motivos de fricción.

Los jardineros acumulan 54 días de huelga en los que han sido protagonistas de momentos de tensión, como el que se vivió en el parque Tío Jorge durante la Cincomarzada. La vicealcaldesa, Sara Fernández, acabó abandonándolo después de verse abordada por los jardineros.

En el pleno municipal también han protagonizado algún que otro momento tenso, donde han reclamado e insistido al alcalde que lidere el conflicto para poder darle una solución y que la normalidad vuelva a la ciudad.