--Desde el Gobierno de Aragón y el de España aseguran que el 2014 es el año de la recuperación. ¿Comparte este análisis?

--Las previsiones de la DGA siempre se incumplen y empeoran. Hay una confusión interesada y deliberada por parte del PP entre lo que es salir de la recesión y salir de la crisis. Para nosotros, los indicadores que señalan la salida de la crisis empeorarán.

--Qué indicadores son?

--No se prevé una reducción del paro y con la reforma laboral se suspenderán muchos convenios colectivos, se abaratará el despido, los trabajos serán más precarios, los salarios se reducirán y habrá mucha más pobreza y gente sin prestación. Proseguirá la desindustrialización... Si España va mal, Aragón va peor. Desde que Rudi llegó, el paro ha crecido un ocho puntos más que en España y hay 41.584 personas menos trabajando. Un dato demoledor es que el empleo industrial en España se ha reducido un 10% y en Aragón el 20%. Estamos, por desgracia, lejos de salir de la crisis.

--El último dato del paro no ha sido malo...

--Es un buen dato mensual. Pero mirando todo el 2013, vemos que las cosas son distintas, porque, si en España se ha seguido perdiendo empleo, en Aragón se ha hecho a más velocidad. En 2013, el paro --las personas que se apuntan-- solo ha aumentado en Ceuta, Cantabria y Aragón. He ahí el liderazgo de Rudi. Si vemos la afiliación a la Seguridad Social, que es el dato más real, en Aragón se han perdido 6.025 empleos en el 2013, un 1,20%, mientras que en España la pérdida ha sido de menos de la mitad (0,52%). El fracaso de Rudi no puede ser más evidente.

--¿Qué alternativas propone el PSOE?

--Hay una cosa evidente: desde el Gobierno de la nación, el PP impulsa clarísimamente un cambio de modelo social tendente a la desaparición de derechos sociales, económicos y civiles, basado en una sociedad más desigual. Frente a ese designio claro de cambiar el modelo social aprovechando la crisis como coartada, hay comunidades que tratan de neutralizar estas contrarreformas. Y a pesar de las restricciones presupuestarias, en cierto modo lo consiguen, como Andalucía o Asturias, y otras se afanan en fomentar esa precariedad. En esto el Gobierno de Aragón es el más aplicado. Hay que cambiar la política presupuestaria nacional. Hay margen para ello. La reforma fiscal en profundidad es imprescindible.

--Habla de Andalucía. Rudi dijo recientemente que Lambán tenía de modelo a la comunidad con más paro...

--Ese comentario da vergüenza ajena. Significa ignorar de dónde viene Andalucía y de dónde viene Aragón. La diferencia era abismal y gracias a políticas socialistas se ha acortado. Mi modelo no es el andaluz. Estoy plenamente identificado con el modelo que había en Aragón antes de que Rudi gobernara.

--¿Cómo articularía usted esa reforma fiscal?

--El gasto público en España es inferior al europeo y la presión fiscal respecto al PIB está muy por debajo. Por tanto, existe recorrido para llegar a la estabilidad presupuestaria sin disminuir el gasto público. Aumentando los ingresos de forma progresiva sin lastrar a las clases trabajadoras, medias y la economía productiva. Ha habido propuestas en el PSOE para hacer en una sola declaración la renta y el patrimonio, propuestas de eliminar SICAVS y paraísos fiscales. España tiene margen si pagan más los que más tienen.

--¿Por qué ha tardado tanto el PSOE en defender este modelo?

--Al PSOE se le exige a veces una tarea histórica absolutamente ímproba. Lo mismo que se puede pensar de la reforma fiscal cabría pensar en asuntos como la memoria histórica u otros muchos que han quedado pendientes en los últimos 30 años y que debíamos haber acometido. Pocos partidos hacen una autocrítica tan profunda como el PSOE a la hora de reconocer los errores. La reforma fiscal fue uno de ellos, porque es imposible mantener un modelo social de izquierdas con un modelo fiscal liberal.

--¿Tan difícil es llegar a acuerdos de interés general?

--Una dirigente política decía recientemente en este medio (Nieves Ibeas) que la relación con Rudi, tanto política como personal, es imposible. Es una mujer cuyo sectarismo e intransigencia respecto a las opiniones ajenas solo es comparable a su insensibilidad ante el sufrimiento de los demás. Es una mujer sin ninguna grandeza y sin ninguna altura de miras que solo sirve a sus intereses de partido. Se desentiende de las clases medias y a los sectores más dinámicos, como la universidad, la cultura o la empresa, los ignora cuando no los desprecia. Por muy buena voluntad para llegar a acuerdos, y nosotros la tuvimos, es imposible por su sectarismo.

--Ya preparan su programa electoral. ¿Cómo va?

--Los grupos de trabajo están funcionando bien y el siguiente paso va a ser involucrar en el debate a todos los sectores de la sociedad que quieran participar. Celebraremos tres o cuatro actos públicos sobre economía, política social, arquitectura institucional y la relación que tiene que plantearse Aragón con el resto de España. En otoño haremos un acto revestido de la mayor solemnidad civil posible para presentar un nuevo proyecto socialdemócrata para Aragón y, más allá, un programa de país.

--¿Puede avanzar algo?

--Nuestra misión más inmediata es contrarrestar las reformas del PP y luego preparar la llegada al Gobierno en el 2015 con un programa bien definido de reconstrucción cultural, social y económica. Se trata de liderar una reacción civil que trascienda las fronteras ideológicas, más allá de la izquierda, para hacer frente a dos retos que definirán el futuro de cualquier comunidad: una nueva manera de entender las relaciones territoriales en España, con una reforma de la Constitución y hacer frente a los nuevos escenarios económicos para salir de la crisis.

--¿No es algo que va más allá de un programa electoral?

--Somos críticos con el actual modelo de entender Aragón. Se ve y es visto por los demás sobre elementos reactivos y no proactivos. Aragón funciona con imaginarios colectivos que ya no estimulan cívicamente a la sociedad. La política ha estado condicionada por poderes fácticos ajenos a la misma, hemos caído en la trampa de pensar que por ser la parte más leal del norte de España íbamos a ser compensados y no ha sido así. Ha llegado el momento de cambiar eso.

--Eso supondría un cambio generacional

--Se trata de cambiar la política aragonesa, haciéndola más transparente, más participativa, más respetuosa con la separación de poderes y acabar con la actual manipulación de las Cortes. Acabar con los poderes fácticos y entender Aragón con la suficiente altura de miras como para abrir de par en par las puertas a sus inmensas potencialidades y talento cívico. Si se libera ese caudal de energías, ese cambio no es tarea de una generación.

--Ha planteado un frente del valle del Ebro. ¿Es un contrapeso a la Eurorregión?

--Aragón ni debe cerrar su ámbito de cooperación con Navarra y La Rioja ni con un término ya superado como la Eurorregión mediterránea. Pero también con comunidades con problemas similares, como Asturias o Castilla y León. Apoyo este foro recién creado con estos gobiernos, porque ahí encontraremos los mejores aliados en el debate de la financiación. Pero seremos estúpidos si seguimos fomentando el anticatalanismo, a pesar de los excesos del nacionalismo que pueden justificar algunas reacciones. Debemos tener una posición firme en defensa de nuestros intereses pero explorar vías de cooperación porque es mucha nuestra historia, cultura y economía compartida. Vendemos tanto a Cataluña como a Francia, Inglaterra, Alemania e Italia juntas. Hay que desterrar esa política tradicional de recelos y victimismo.

--El PSOE sigue sin remontar en las encuestas. ¿Le afecta?

--Tras una derrota estrepitosa, un partido no se recupera tan rápido. Lo inusual es que un partido con una victoria tan abrumadora se desplome tanto, como le pasa al PP. Las fuerzas emergentes han tocado techo. El PSOE está en una inversión de tendencia y en las europeas podremos competir, aunque no ganemos y en las generales estaremos en disposición de ganar, con apoyos más cerca del 40% que del 30%.