Un mes y medio después de que numerosos bares y establecimientos de hostelería de Aragón tuvieran que bajar la persiana debido a las medidas restrictivas aplicadas por la DGA que impedían cualquier consumo en su interior, el próximo martes volverán a renacer. Algunos, quizás ahogados por la situación, ya no podrán hacerlo. Mientras que otros tantos se pensarán si un 30% de aforo es suficiente para retomar la actividad. Ese es, en cualquier caso, el porcentaje que el Gobierno de Aragón ha determinado para la reapertura de los bares, que en su exterior podrán tener un 100% de aforo, tras el paso de la comunidad del nivel 3 agravado al nivel 3. Este también conllevará el levantamiento del confinamiento provincial, previsto para el día 21 de diciembre.

De regreso a la hostelería, la consumición en barra sigue prohibida y por mesa se permiten un máximo de 6 personas, mientras que en las terrazas se deberá guardar la distancia de dos metros entre cada agrupación de sillas y mesas. Pese a esta relajación de las medidas, el sector de la hostelería mantiene para este domingo su protesta en Zaragoza.

La flexibilización de las restricciones, que viene motivadas por una mejora de la situación epidemiológica en Aragón en la incidencia de covid acumulada de los últimos 7 y 14 días y de la ocupación hospitalaria, conlleva también la prolongación de los horarios hasta las 22.00 horas de la actividad no esencial. Es decir, todos aquellos negocios (comercios, bares o tiendas) que hasta ahora cerraban a las 20.00 horas podrán extender dos horas más.

Por otro lado, también volverán a abrir los gimnasios, un sector que también ha mostrado en el último mes su disconformidad con las medidas, y lo harán con un aforo del 30%, el uso obligatorio de mascarillas y actividades grupales de seis personas. Las duchas de uso individual y los vestuarios quedarán disponibles.

Otras ampliaciones que el nivel 3 contempla son el 50% en las actividades culturales (hasta ahora eran del 25%) y las actividades turísticas organizadas podrán realizarse en grupos máximos de 10 personas. Asimismo, las salas de juego volverán abrir con un aforo del 30% y los mercadillos que se realizan en la vía pública podrán alcanzar el 100% de puestos.

Pero si había algo que también se esperaba con ganas entre muchos sectores de Aragón era el inicio de la temporada de esquí (cuyos aficionados protestaron este sábado en las pistas) y el levantamiento del confinamiento provincial. Ambos conceptos, para muchos, van unidos porque a partir del 21 de diciembre la movilidad será libre en la comunidad y eso permitirá que, sobre todo, que los ciudadanos de Zaragoza se desplacen hasta el Pirineo a sus segundas residencias y a estaciones de esquí.

Libre movilidad en Aragón

El fin del cierre provincial también llegará en un momento clave por las fechas navideñas, ya que posibilitará que muchas familias puedan moverse por Aragón para reencontrarse con sus familiares. Eso sí, el presidente Javier Lambán llamó ayer a la prudencia y pidió «que si queremos que las Navidades del 2021 sean como siempre, estas tienen que ser absolutamente restringidas, limitadas al núcleo más estrecho e íntimo», dijo.

En cuanto a las estaciones de esquí, el pistoletazo a la temporada lo darán el 23 de diciembre los centros de Cerler, Formigal y Valdelinares. Aquí se mantendrán las limitaciones establecidas para los establecimientos hosteleros y comerciales (un 30% de aforo interior), pero Lambán ya aventuró que la campaña no será buena. «Es dudoso que la decisión sea acertada desde el punto de vista de la rentabilidad económica porque no pudiendo venir a esquiar vecinos de Valencia, Cataluña, Madrid, Navarra y País Vasco la rentabilidad es muy dudosa, por no decir imposible», dijo.

Y añadió: «Con mucha seguridad las estaciones generarán pérdidas». La apertura, por tanto, responde, según explicó Lambán, a un «compromiso social con la actividad de los valles» por parte de la DGA_e Ibercaja, los dos socios de la Aramón, que gestiona la mayoría de las estaciones de Aragón. «Si la situación fuera favorable más adelante y se permitiera la movilidad entre comunidades, seríamos más optimistas y tendríamos otras expectativas», apuntó.

La consejera de Sanidad, Sira Repollés, apuntó que «no hay ningún inconveniente» a poder realizar la práctica del esquí, al aire libre, pero incidió en extremar las reuniones sociales y los encuentros sea cual sea la circunstancia. «Cuanto más intensa sea nuestra vida social, más en peligro ponemos a la sociedad», precisó.

Repollés reconoció que «se está produciendo un significativo descenso de los casos» y el puente de la Constitución no está mostrando una subida de la incidencia. «Durante el puente se hicieron menos PCR, porque los centros de Salud solo funcionaron con urgencias. Nosotros trabajamos con acumulados y no con casos diarios», matizó, aunque insistió que las Navidades suponen «otro elemento de riesgo» por el incremento de las relaciones sociales y la movilidad. Lo que no se contempla es levantar el confinamiento autonómico, aunque se podrá salir de la comunidad de manera excepcional del 23 al 26 de diciembre y del 30 al 2 de enero.