--Al ser un encuentro internacional esperan a pastores de diversos puntos del mundo.
--Sin duda. En las diez ediciones que hemos celebrado hasta ahora, hemos recibido invitados de cuatro continentes.
--Cuando hablamos de trashumancia, hay muchas culturas.
--Sí, pero tienen bastantes similitudes. Las diferencias las marcan los ecosistemas y, sin duda, las culturas. Pero tenemos más vínculos que diferencias.
--Cuando se sientan en una mesa a hablar...
--Hablamos de lo mismo en distintos idiomas. Aunque todos padecen los mismos problemas inherentes al tránsito de ganado.
--Veo una cultura riquísima en todas estas actividades.
--Sin duda; el común denominador es el trasiego de ganados en busca de pastos. Estamos hablando de una actividad económica importantísima en siglos pasados, hereditaria de culturas ancestrales.
--¿Qué pueblos han pasado por las jornadas?
--En pueblos nómadas han venido tuaregs, pigmeos del Congo, que son seminómadas, indios crow norteamericanos, lapones y mongoles. Trashumantes han venido de toda Europa y de toda España: occitanos, piamonteses, alpinos, pirenaicos, húngaros...
--¿Y cómo se entienden?
--Contamos con intérpretes que acompañan a estos grupos. Se dio el caso de un grupo de mongoles que precisaron un intérprete de mongol a chino y otro de chino a español.
--¿Cuáles son las actividades más destacadas en las jornadas?
--La más participativa es la comida pastoril, que se celebra todos los años, y reúne entre quinientas y mil personas. Vienen pastores, investigadores, museólogos y particulares interesados en la cultura rural y la trashumancia.
--¿Otras?
--Hay dos grupos de actividades: las de reflexión, que incluyen conferencias, charlas y una mesa redonda. Y actividades lúdicas y gastronómicas.
--¿Por qué surgió esta idea?
--Coincidiendo con la inauguración del museo en el año 2001, celebramos la primera edición para demostrar la vitalidad de un centro cultural que va más allá de un edificio y una colección. Contamos con apoyo del Gobierno de Aragón, de la Diputación de Teruel y muy especialmente de la comarca de la Sierra de Albarracín.
--¿Para qué sirve esto?
--¿Para qué sirve leer un libro? ¿O ir al teatro? Hablamos de una actividad cultural muy participativa. Es un ejemplo de lo que puede conseguirse con ilusión y pocos medios en un pueblo de poco más de 200 habitantes.