--Le leí el otro día que va a abandonar sus actividades culturales, por hartazgo.

--Es verdad; comenté que para el ciclo que desarrollo sobre cortos aragoneses, me estoy encontrando con dificultades para proyectar productos de calidad.

--Es raro, cada vez la gente sabe más...

--Hay más tecnología, es cierto, y se ha democratizado, pero eso no es sinónimo de talento. A veces el talento está encorsetado por los precarios medios económicos. Pero también nosotros tenemos que realizar un ejercicio de autocrítica y hacer una mejor ficción de la que hacemos.

--La economía no debería afectar al talento...

--Claro, no dudo de que haya talento, pero no se puede desarrollar el sueño de un realizador con estos apoyos económicos tan cutres que nos llegan desde el gobierno de Aragón.

--Voy a ponerme de defensor del diablo: la cultura no debería esperar muchos apoyos de nadie.

--Correcto. ¿Pero por qué otros sectores reciben apoyo y la cultura, no? El vino, los coches... Nos consideramos los sectores culturales, y sobre todo los audiovisuales, ciudadanos de segunda.

--En general, la DGA nunca ha tenido un plan para la cinematografía aragonesa.

--El plan es que no hay ningún plan. A la DGA, sea del signo que sea, nunca le ha interesado la cultura. Después de los años que llevo me gustaría ver un proyecto que posibilitara realizar dos o tres películas al año.

--Pues lo veo difícil: en dos años han rebajado al 50% la aportación en cultura.

--Y lo malo es que la ley del mecenazgo tampoco se ha desarrollado; el empresario que tiene dinero no va invertir porque no obtiene ningún beneficio fiscal.

--El otro día en la entrega de premios del cine silbaron al ministro...

--En los premios José María Forqué. Y con razón. Yo también pito a los técnicos culturales y gestores que están llevando la cultura en Aragón.

--Con este panorama ¿tiene planes?.

--No descarto dedicarme a otra cosa, dar un giro a mi rumbo profesional, después de diez años luchando contra la pared. Ya que todos los esfuerzos no se deberían dedicar a recaudar limosnas sino a la creación.

--Y eso que usted es uno de los productores más activo y reconocido en Aragón.

--Hombre, hay otros... Pero fíjate: para toda la cultura en Aragón hay destinados 250.000 euros, de ellos 55.000 para el cine. Yo me gasto ese dinero en un corto o en un documental. A lo mejor la solución es abandonar Aragón, no lo descarto.