El jefe del Área de Mantenimiento de Adif en Zaragoza, José Antonio García Pascual, volvió ayer a su puesto de trabajo en la sede que el gestor ferroviario tiene en la antigua estación de El Portillo, en Zaragoza. Uno de los detenidos por esta trama, el administrador único de Fitonovo, José Antonio González Baro, le señaló durante su declaración judicial por recibir entre 300 y 500 euros en Viagra. El jefe de mantenimiento, que pudo prejubilarse en el ERE del pasado año como hicieron otros compañeros, es considerado un "histórico" en Adif, junto a otros dos arrestados en esta operación anticorrupción: el subdirector de Instalaciones en Valencia, Pedro Martínez Padrón, y el jefe de Operaciones de Sevilla, Enrique José Fincha Ramos. Según fuentes ferroviarias consultadas por este diario eran calificados como "intocables, ya que nadie les pone en cuestión". Está previsto que, al igual que otros funcionarios imputados, sea destinado a la sede central en la calle Titán, en Madrid, lugar al que son "apartados" los investigados judicialmente.