Sin quererlo, sus estudios acaban de echar por tierra el mapa de geografía del río Jiloca, negando que el nacimiento de este afluente del Jalón --perteneciente a la cuenca del Ebro-- se produzca en Cella, tal y como se ha considerado hasta ahora, sino en el caudaloso manantial de los Ojos de Monreal, en la localidad de Monreal del Campo. 45 kilómetros de distancia entre ambos puntos que dibujan, según afirma este investigador, un cauce artificial de canalización de las aguas de dos lagunas históricas hasta ahora olvidadas, que conformarían el mayor humedal de Aragón. Su tesis ha sido publicada por Ediciones Tirwal bajo el título Las lagunas perdidas del Alto Jiloca

-- ¿En qué se basa para asegurar que el nacimiento natural del Jiloca surge en Monreal y que lo que todos creían un río es en realidad un canal de más de 40 kilómetros?-- La estructura de los cauces, la topografía de la zona, los sedimentos y la documentación histórica confirman que toda la red hidrográfica del comúnmente llamado río Cella es un conjunto de canales artificiales de drenaje para la desecación de las lagunas de Cañizar de Alba y Cañizar de Villarquemado.

-- Y, ¿cómo es posible que este paisaje no se recuerde?-- En los años 80, cuando era un crío, me sorprendía escuchar a los más viejos de Torremocha cuando aseguraban que antiguamente allí había mucha agua, acequias, peces y cangrejos autóctonos, mientras yo sólo veía sequía. Después, para mi tesis, contacté con el historiador Pascual Deler, quien ya comentaba algo sobre unas lagunas. Y comencé a investigar este tramo.

-- ¿Qué encontró?-- Que el río era muy extraño, que en algunos tramos no circulaba por la línea de máxima pendiente, sino en paralelo a las curvas de nivel topográfico, y que aparecía o encajado entre diques artificiales en las zonas que atraviesa las dos lagunas o sobreexcavado. Incluso en algunos puntos, el nivel de este supuesto río pasaba por encima de la superficie. Estaba claro, se trataba de un canal construido por el hombre.

-- Y de las lagunas...-- Encontré varios mapas originales de alrededor de 1600 en los que se observa con claridad una laguna de la que sale un río entre Cella y Alba. También descubrí que fue el italiano Domingo Ferrari quien entre 1729 y 1732 drenó esta laguna, llamada del Cañizar de Villarquemado. Existen hasta ordenanzas fechadas en 1742 sobre la limpieza del canal. En cuanto a la de Alba, al parecer desapareció en época musulmana.

-- Exactamente, de qué medidas estamos hablando.-- La superficie que ocupan es de 20,7 kilómetros cuadrados, superando al que hoy en día es el mayor humedal de la comunidad, la laguna de Gallocanta, de 14,1 kilómetros cuadrados. La de Cañizar de Villarquemado ocupa 9,6 kilómetros cuadrados y la de Alba, 11,1. Ambas constituyen un sistema lagunar escalonado con una diferencia de cota de unos diez metros.

-- Actualmente, ¿cómo se encuentran?-- Completamente desecadas, a excepción de escarchamientos temporales en la parte central del Cañizar de Villarquemado. Además, la actividad agrícola y ganadera en la zona las han hecho irreconocibles, eliminando tanto la fauna como la flora característica de los humedales.

-- ¿Cuál es su objetivo al hacer pública esta información?-- Me gustaría crear un debate social en la zona, aunque mi deseo es que se recupere de nuevo su hábitat, porque supondría un gran beneficio para la comarca, tanto económico como paisajístico y científico.

-- Para ello habría que romper los diques.-- Sí. Pero se potenciaría su valor como embalses naturales para retener agua en épocas de necesidad, se transformaría en filtro depurador y contribuiría a crear un microclima más húmedo, con un interés turístico y ecológico.