Escritor

Debuta en poesía con un premio, el

Elvira Castañón. La balada del Valle Verde será presentado hoy en el Ambito Cultural de El Corte Inglés. José Luis Gracia es uno de los narradores aragoneses más prolíficos, autor de una mirada hacia las pequeñas historias rurales.

--Primera incursión en la poesía-.

--Primera y última.

--¿Y eso?

--Mira, a mí me gusta meterme de pleno en donde tenga garantías de que voy a salir con dignidad. Y aquí, pese al premio, no estoy seguro.

--Bueno, si un premio no es garantía de cierta calidad...

--Ya, pero en todo caso me he comprometido a no escribir más poesía. Si consideras que he salido bien parado, pues me alegro.

--¿No le gusta la poesía?

--¡Me encanta! Te permite una mayor intensidad. Pero los poetas son los animales literarios más peligrosos, porque caminan en un filo entre el ripio y lo sublime. Ahora todo el mundo es capaz de escribir poesía, cosa que está muy bien, pero a veces se utiliza ese nombre para algo que es un desahogo sentimental.

--Me decía el desaparecido Ildefonso M. Gil que sólo existe la buena poesía. La mala no es poesía.

--Es verdad. Es el género más difícil porque exige de una gran tensión. El narrador se enmascara detrás de sus personajes, pero el poeta utiliza un material que habla de sí mismo. Eso es muy duro.

--En su libro hay dos tonos: el bucólico y el musical.

--Sí, he querido rendir un pequeño homenaje a Aragón, que es una muestra de todos los paisajes y, en especial, al valle del Jalón, de donde procedo. Esos valles se van vaciando por el espejismo de la gran ciudad y me produce una gran pena.

--Hay unos poemas que tienen el aire de lo musical, del jazz, de un ambiente muy urbano.

--En realidad es un tributo a los cantautores, a los juglares. A mí siempre me han gustado más los cantautores que los poetas, porque me han parecido tipos ingeniosos, algo canallas, ligones, personajes que venían a los pueblos y tenían la osadía de cantar las verdades del barquero, aquello que los espectadores no nos atrevíamos a decir en público. Ya sabes de quién hablo.

--Ya. Se encuentra usted más cómodo en el relato.

--Sin duda. Ese es mi lenguaje.

--¿Qué papel va a desempeñar la Asociación Aragonesa de Escritores, en la que usted es representante por Madrid?

--Fundamental para ilusionarnos. Aragón tiende al individualismo, así que fue muy esperanzador reunirnos en Barbastro. Muchos nos conocimos por primera vez físicamente, y supuso un gran acercamiento.