Tras 17 años fugado de la Justicia el exdirigente de ETA, José Antonio Urruticoechea, conocido como Josu Ternera, fue arrestado en Francia en el 2019. Estaba siendo buscado por varias causas, entre ellas, la autoría intelectual del atentado de la casa cuartel de Zaragoza de 1987 de la que ayer se desmarcó ante el juez instructor

Murieron 11 personas, seis de ellas niños, y otras 88 resultaron heridas, pero el que fuera diputado de la ilegalizada Batasuna afirmó, por videoconferencia desde París, que «no tenía que ver con esos hechos y que está siendo injustamente investigado por estos hechos de los que se le relaciona en otro sumario» de la Audiencia Nacional, en el que se le acusa del delito de lesa majestad por el que Francia ya denegó su extradición.

Fue en una declaración leída en francés y español en la que no quiso atender a las preguntas del titular del Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, ni de las acusaciones ejercidas por la Fiscalía; dos de los supervivientes, Antonio Frutos y Carmen Ortuño; la Asociación Española de Guardias Civiles, representada por el abogado Jorge Piedrafita, y la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), a través de la letrada Carmen Ladrón de Guevara. Quien defiende a Ternera es el abogado Gonzalo Boye, que también lo es del expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont.

El letrado Piedrafita, presente en la declaración, señaló a la salida del tribunal que « hoy (por ayer) es un día histórico para las víctimas, ya que tras 21 años se ha conseguido que Ternera por fin dé la cara ante un tribunal por el atentado más grave en Aragón y con su negativa de los hechos, se permite avanzar en la instrucción en la que esta acusación de forma inminente va a solicitar la práctica de nuevas pruebas para desvirtuar la declaración de Ternera».

La responsable de la AVT en Aragón y víctima de esta masacre, Lucía Ruiz, afirmó: «Nos imaginábamos que no diría nada, pero es un paso más para que sea extraditado y que sea juzgado por lo que nos hizo». Ruiz era una niña de 5 años cuando los terroristas de ETA hicieron explotar 250 kilos de amonal mientras ella dormía dentro de la casa cuartel. Dormía junto a su hermana en la habitación cuando el estruendo de la explosión les despertó. Su padre entró rápidamente para ver qué tal estaba mientras se vestía el uniforme.

En libertad

Ternera, de 69 años, está en libertad condicional desde finales de julio y es controlado con una pulsera telemática. Fue arrestado en los Alpes franceses en mayo del 2019 en una operación policial franco-española que puso fin a 17 años que estuvo fugado cuando decidió no acudir, por segunda vez, a una citación del Supremo para declarar como imputado por el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil de la capital aragonesa.La justicia francesa ha autorizado la extradición de Ternera por el atentado de la casa cuartel, pero también por su presunta implicación en el asesinato del directivo de la empresa Michelín Luis Hergueta en Vitoria en 1980, y en la financiación ilegal de ETA a través de las herriko tabernas.

La realización material del atentado fue obra de dos etarras franceses, Henri Parot y Jacques Esnal, miembros del denominado comando itinerante. Josu Ternera está considerado por los investigadores como el cerebro del atentado en su calidad de miembro de la cúpula de ETA.

Parot, detenido en Sevilla en 1990, fue juzgado en 1994 por su participación en el atentado. La Audiencia Nacional le impuso una pena de 1.082 años de cárcel y le obligó a pagar 907 millones en concepto de indemnizaciones por muertes, heridas y daños materiales. La sentencia estableció que Parot recibió órdenes de Francisco Múgica Garmendia, alias Pakito, de llevar a cabo un atentado con coche bomba en el cuartel de la avenida de Cataluña de la capital aragonesa.