Norek. Así se llama el galgo que el pasado mes de enero pedía una familia adoptiva en el programa El Hormiguero de Antena 3, después de que fuera abandonado, malherido, junto al Canal Imperial de Aragón, a la altura de la capital aragonesa. La Guardia Civil detuvo a su dueño y ayer este, Sergio P. C., se sentó en el banquillo de los acusados por cometer un delito de maltrato animal por el que el fiscal Rafael Soteras solicitó una condena de 1.800 euros de multa que, en caso de no abonarla, pidió su internamiento en prisión durante tres meses.

El acusado se proclamó inocente. Afirmó que lo regaló o a un cazador que conoció en un bar de Daroca. «Lo hice después de que el médico me dijera que a una de mis hijas tenía alergia al pelo de los perros, creí que lo dejaba en buenas manos», señaló el encausado, a preguntas de su abogado Fernando Pastor, quien resaltó que era innecesario que el encausado tratara así al animal cuando «podía haber vendido al animal o haberlo entregado a una prima suya que pertenece a una protectora animal». Este letrado zaragozano también criticó la labor del Seprona de la Guardia Civil porque «no terminó la investigación». «Declaró que regaló el perro a un tal José, del que no pudo precisar más que el club de caza al que pertenecía y los agentes, al decirles que el posible nuevo dueño se había dado de baja, ya no siguieron con las pesquisas», lamentó.

En la vista oral también declaró como testigo María Huerta, perteneciente a Zarpa, la protectora que atendió al galgo. Destacó que le habían arrancado el chip de identificación y que podía haber muerto.