Un joven vecino de Zaragoza decidió atajar un problema de celos citando de noche a un conocido y poniéndole una pistola en la sien mientras le amenazaba. Unos hechos por los que la Fiscalía pedía 18 meses para Daniel M. V. , si bien este decidió reconocerlo y aceptar una condena de seis, así como la prohibición de comunicación y una orden de alejamiento con respecto a su víctima.

Junto a él se sentó en el banquillo del Juzgado de lo Penal número 3 de Zaragoza otro hombre, R. I. F., quien aseguró que no tenía nada que ver con ello y proclamó su inocencia. Los testigos corroboraron su versión.

Ambos fueron detenidos por la Guardia Civil por lo ocurrido un 28 de diciembre del 2019. Según la investigación llevada a cabo, los dos encausados llamaron a la víctima y le dijeron que estaban en el portal de su casa esperando a que su madre bajase a pasear a la perra y que le pegarían un tiro a ambas. Seguidamente, acabarían con la vida de su padre y el último sería él. Lo podría evitar «si tenía cojones», yendo a La Cartuja para verse.

Ante ello, asistido y con temor a que se hicieran efectivas las palabras, acudió veloz a este barrio rural zaragozano con su novia, quien conducía el turismo. Bajaron del vehículo y empezaron a proferir expresiones tales como «te voy a matar», momento en el que Daniel M. Z. cogió de su coche una pistola semiautomática de aire comprimido apta para todo tipo de perdigones metálicos que se la llegó a colocar en la sien. El fiscal destaca «la consciente peligrosidad de su acción». Fue en ese cuando una persona que estaba en los alrededores llamó a la sala del 062 del instituto armado, dirigiéndose inmediatamente hasta este lugar varias patrullas del instituto armado.

Una presencia policial que hizo que los sospechosos salieran corriendo para evitar ser detenidos, aunque no lo consiguieron. Como consecuencia de la gravedad de los hechos, el Juzgado de Instrucción número 9 de Zaragoza acordó imponer a Daniel M. V. una medida cautelar por la que se le prohibía acercarse a menos de cien metros de la víctima. El caso está visto para sentencia.