El joven de 26 años que el pasado martes mató a puñaladas a su padrastro de 71 y dejó gravemente herida a su madre en el barrio de La Paz, en Zaragoza, pasó ayer por la mañana a disposición judicial y el juez encargado del caso decretó su envío a la prisión de Zuera.

Desde su arresto, que se produjo poco después del suceso, el agresor ha permanecido ingresado en el módulo de Psiquiatría del hospital Miguel Servet.

La decisión de mantenerlo en la zona reservada para pacientes con problemas mentales fue tomada por el médico que lo exploró nada más ser detenido.

Tras pasar a disposición judicial, el joven siguió en Psiquiatría a la espera de la decisión que adoptara el o la titular del juzgado encargado del caso. El magistrado examinó las diligencias aportadas por el Grupo de Homicidios antes de pronunciarse sobre el destino para el agresor.

Los hechos ocurrieron a primera hora de la tarde del martes, cuando el agresor mató a su padrastro a puñaladas en la vivienda que compartían en el número 12 de la calle Teniente Coronel León Moyano, cerca del parque Villa de Pau, en el barrio de La Paz.

Su madre logró huir y salió corriendo a la calle, pero presentaba varias heridas de arma blanca, una en la cara y otra, muy profunda, en el vientre. Los vecinos, al oír sus gritos de auxilio, llamaron a la Policía y acudieron inmediatamente en su ayuda.

La salvaje agresión ha causado consternación entre los vecinos, que sentían aprecio por la familia y no esperaban que ocurriera un hecho de estas características.

Las pesquisas del Grupo de Homicidios se centraron desde un primer momento en el entorno del agresor, que fue detenido minutos más tarde de cometer el doble crimen.

En esta línea, fueron interrogados los amigos, conocidos y vecinos del sospechoso, así como personas de su entorno familiar, con el fin de determinar qué le había impulsado a cometer el horrible y mortal ataque a su padrastro. De los comentarios de las personas que le conocen quedó claro que se trata de una persona de carácter inestable y con problemas de salud mental.

En el barrio de La Paz, el agresor es una persona conocida por los vecinos. Algunos de ellos señalaron que no sabían a qué se dedicaba y otros manifestaron que había tenido varios empleos, pero que sospechaban que se dedicaba al trapicheo de droga en pequeñas cantidades.

Su madre se había casado en segundas nupcias hace seis años con un hombre unos 20 años mayor que ella, pero los residentes manifestaron que no tenían constancia de que hubiera desavenencias en el matrimonio ni entre ese y el hijo de ella.