Una deuda impagada pudo acabar el pasado sábado en otro asesinato en Zaragoza, siendo el tercero en quince días en la capital. Un joven marroquí fue apuñalado en el cuello, hombro, espalda, codo y mano en el portal de su vivienda, si bien consiguió salvar su vida gracias a la ayuda de un vecino. Los supuestos autores, Karim R. y Said B., han sido detenidos y enviados provisionalmente a prisión.

Los hechos ocurrieron sobre 19.10 horas en un domicilio del número 6 de la plaza del Rosario, en el barrio zaragozano del Arrabal. Varias patrullas del Cuerpo Nacional de Policía fueron movilizadas, después de una llamada a la sala del 091 en la que se pedía que acudieran a una vivienda, ya que acababan de apuñalar a un hombre. Nada más llegar al lugar, los agentes observaron que el portal estaba lleno de sangre y que un reguero indicaba el lugar en el que podía estar la víctima.

Dentro de esa casa estaba él, acompañado por su esposa y dos niños pequeños. La mujer les explicó que desde hace dos meses su familia está recibiendo amenazas de muerte telefónicas y presenciales por parte de dos compatriotas. Que todo parte de una deuda contraída por un préstamo económico que estas personas le realizaron, si bien insistió que ya no debían nada. A pesar de ello, le exigían más dinero.

Rápidamente los agentes de la Policía Nacional llamaron no solo a los sanitarios para atender a la víctima, sino a más efectivos para realizar una batida por las inmediaciones para localizar a los autores.

IDENTIFICACIÓN / Nada más salir de la vivienda, los policías observaron a dos varones cruzando la calle Pedro Villacampa que coincidían con la descripción que tenían. En ese mismo momento son detenidos e identificados por la víctima, que en ese momento era evacuado en ambulancia. No llevaban el arma blanca encima.

Una vez recuperado, el hombre que había sido gravemente apuñalado explicó ante la Policía Nacional que conoce a ambos hombres, a partir de otro amigo. «Llegaron de Bélgica y me pidieron si les podía ayudar a buscar un piso», si bien al poco tiempo uno de ellos le confesó que estaba siendo buscado en dicho país «por un tema de menores si le podía recoger un dinero que le iba a enviar su familia, así como también si podía ponerle en contacto con un abogado en España para poder preguntarle si la orden de busca y captura también podía ser efectiva en España.

«Mi mujer recogió 3.000 euros en varios locutorios y se los entregó a Karim R, en Casetas, donde vivía en ese momento», destacó. Una relación que quedó así, hasta que se enteraron que la víctima iba a ser expulsada del país porque estaba en situación irregular. En ese momento comenzaron las extorsiones, las amenazas de muerte y la entrega de 6.000 euros a los ahora detenidos.

Karim R. y Said B., asistidos por el abogado Carlos Vela, negaron dichos argumentos. Señalaron que ellos no apuñalaron a nadie, que no saben por qué tiene heridas de arma blanca, si bien reconocieron que se conocen y que la víctima les debe dinero.

Ante el peligro de fuga y de que puedan volver a atentar contra la víctima o su familia, la jueza de guardia decretó el ingreso en prisión de ambos.