Un joven de 25 años natural de la localidad navarra de Buñuel permanece desde ayer ingresado en la unidad de quemados del hospital Clínico de Zaragoza después de que el domingo saltase de forma sorprendente al interior de un gran caldero del rancho popular que se estaba celebrando en la población. Según informó ayer el Diario de Navarra, el joven, Eduardo B., se precipitó sobre el caldero ante la estupefacción de las personas que en ese momento se encontraban allí a punto de disfrutar de un rancho preparado por los jóvenes de la localidad para vecinos y visitantes con alrededor de 1.000 raciones. La celebración formaba parte de las fiestas de la Juventud de Buñuel que se desarrollaron a lo largo de todo el fin de semana.

Testigos presenciales describieron cómo el joven fue rescatado del aceite hirviendo con graves quemaduras hasta el punto de que llevaba el pantalón pegado a la piel. Algunos conocidos apuntaron que el motivo para haber protagonizado tan temeraria e inexplicable acción pudo deberse a una apuesta con sus amigos por la cual, si era capaz de arrojarse al caldero, con el rancho en ese momento reposando antes de repartir las raciones entre los asistentes a la comida, recibiría la cantidad de 200 euros.