Desde el pasado 22 de enero, y hasta el próximo 6 de febrero, la presidenta de las Cortes, Violeta Barba, está en Estados Unidos invitada por la embajada del país, para participar en elselecto programa Jóvenes líderes europeos, que organizaría la secretaría de Estado de ese país. Barba es la representante española elegida para esta edición, y participa junto a otros 17 jóvenes europeos a los que se considera con gran proyección política.

El periplo estadounidense de Barba la ha llevado a recorrer tres ciudades distintas (Washington, San Diego, y Des Moines, en Iowa) donde ha podido conocer de primera mano algunas de las cuestiones de la realidad de ese país. El curso está enfocado para conocer en profundidad el sistema federal de Estados Unidos, pero no deja atrás otras cuestiones que están interesando especialmente a Barba, como es la política con refugiados o la integración racial.

La embajada de Estados Unidos en España se interesó por la proyección de la presidenta de las Cortes, con apenas 30 años cumplidos, y el pasado mes de marzo contactó con ella. Tras un complejo periodo en el que tuvo que entregar numerosa documentación, fue seleccionada para formar parte de este selecto programa, que tiene ya 70 años. Antes que Barba, han participado en sus primeros años de vida pública José Luis Rodríguez Zapatero, Ana Pastor, Cristóbal Montoro, Eduardo Madina, el juez del Olmo, Joan Herrera o Dolors Camats. Hasta ahora solo lo había hecho un aragonés, el actual portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza, Carlos Pérez Anadón. Fue en 1991.

Para Barba, es una «ocasión única» para intercambiar opiniones y «coger ideas para importar», aunque también --como se está ratificando en este viaje-- para discrepar profundamente de algunas partes de un sistema que no le convence. Y menos en plena era Trump. De hecho, su estancia en Estados Unidos ha coincidido con la intervención del presidente en el debate del Estado de la Unión. Los argumentos del controvertido dirigente le causaron «pavor».

No ha sido la única decepción --esperada por otra parte-- que ha tenido en este curso de aprendizaje. Los jóvenes europeos mantuvieron un encuentro con la oficina del congresista Duncan Hunter, del partido Republicano, ultraconservador y fiero defensor de la construcción de un muro con México de costa a costa para evitar la inmigración, así como de impedir la entrada de inmigrantes y refugiados en los Estados Unidos, apelando a razones de seguridad nacional. Sus argumentos fueron rebatidos por la totalidad de políticos europeos, incluida Barba, quien también ha contactado con grupos de base, movimientos feministas y colectivos de LGTB que trabajan por la igualdad de derechos en un país con la democracia más antigua del mundo, con numerosas virtudes pero también con estrepitosas fallas en su sistema.

En este programa también ha podido conocer con más detalle cuál es la política fiscal estadounidense y cómo cada Estado es capaz de gestionarse por sí solo. Y de nuevo se ha llevado alguna decepción, como cuando se ha estudiado el sistema sanitario, basado en criterios de rentabilidad económica, en lugar de ser un derecho universal que esté por encima de cualquier cuestión mercantilista.

Los escasos días que le quedan de estancia, Barba va a tener la oportunidad de conocer una pequeña localidad del Estado de Iowa donde hay una destacada colonia latina. También tendrá la oportunidad de conocer el sistema escolar estadounidense y convivir con una familia media de esa zona del centro noroeste de Estados Unidos. Asimismo, conocerá el funcionamiento bicameral del Estado y mantendrá diversas entrevistas con representantes políticos del lugar. Una oportunidad única para adquirir conocimentos y hacer política comparada.