Un año más, el salón de actos del colegio Salesianos de Zaragoza se convirtió, por un día, en el centro nacional de la innovación y la tecnología. La gala de la XXVI edición del Premio Nacional Don Bosco para alumnos de Formación Profesional y Bachillerato, menores de 25 años, tuvo lugar ayer en la capital aragonesa. Fueron cuatro los proyectos ganadores. En total, se presentaron 45 propuestas en las que habían tomado parte 84 alumnos, entre los que incluso había algunos de Italia o Eslovaquia.

Orgullosos y con la ilusión por bandera, los candidatos esperaban con nervios el veredicto del jurado. Son muchas horas de trabajo las que hay detrás de cada una de estas creaciones y poder ser galardonados en un certamen tan prestigioso como este supone para ellos un empujón importante para el futuro. Ellos serán los líderes de la investigación y la innovación dentro de unos años. Incluir en el currículum la recepción de este premio no es algo baladí.

Foráneos

A diferencia del año pasado, en esta ocasión ninguno de los cuatro galardones principales recayó en alumnos aragoneses. El primer premio en el área de construcción fue para Carlos Miralles y Federico Casanova, de Alicante, por su Pasarela Domótica. El segundo se marchó a Miranda de Ebro (Burgos), donde David Macho y Borja Lerena han creado un sistema de iluminación para bicicletas.

En el sector de las comunicaciones el galardón fue para el proyecto Memory. Juguemos con las fracciones. Creado en Barcelona por Sergi Quesada y Soufian Hayati. El último de los grandes galardones se lo llevaron Sara Arroba y Marta Borrallo, de Badajoz, por su estudio experimental de la malaria en las aves. Por su parte, el premio otorgado por la empresa Festo fue para Fernando García y Ángel Luis Petrus que presentaron los Acelerómetros inalámbricos como interfax hombre-máquina.

Al acto asistieron, entre otros, la consejera de Educación de la DGA, Dolores Serrat, y el director de Formación Profesional del Ministerio de Educación, Ángel de Miguel.