La llegada de jóvenes e inmigrantes a los barrios tradicionales de Zaragoza, como el Casco Histórico, San José, Las Fuentes o Las Delicias, ha provocado una mejora en los equipamientos en los últimos quince años.

El avance se debe a que la demanda de servicios depende del tipo de población «que llega a estos lugares produce y un cambio en sus infraestructuras» aseguró Ángel Pueyo, autor del estudio de actualización del indicador de la Agenda 21 Local de sostenibilidad urbana, que presentó ayer la concejala de movilidad y medioambiente, Teresa Artigas.

Este informe valora la disponibilidad de centros de salud, colegios, zonas verdes, transporte y equipamientos deportivos en el periodo comprendido entre 2002 y 2017. Mientras que concluye que en los barrios tradicionales la accesibilidad a casi todos los equipamientos ha aumentado, los emergentes todavía están en fase de maduración. Por ejemplo, distritos nuevos como Valdespartera se adaptan a «una generación completa entre 30 y 45 años con niños que se ha mudado allí en bloque», explicó Pueyo. Por lo tanto, las demandas principales son centros de salud, educativos y culturales.

MÁS URBANIZACIÓN/ Otro dato que destaca el estudio es que la población zaragozana ha incrementado un 14,9% en quince años, mientras que la superficie urbanizada de carácter residencial ha crecido un 39,21%. De este modo, la densidad de polblación por hectárea urbanizada ha pasado de 116,7% a 96,81 en quince años.

Pese a este desequilibrado crecimiento entre la población y la superficie, no solo se han mantenido los ratios de proximidad a los equipamientos, sino que «se han mejorado cuantitativa y cualitativamente algunos de ellos», determina el estsudio, por ejemplo, el servicio de transporte.

El informe revela que cuatro de cada cinco zaragozanos tiene un carril bici a menos de 300 metros de su casa y que el 98% de la población tiene una parada de autobús cerca de su hogar.

Además, también destaca el incremento de nuevos espacios de diversidad e conómica como el comercio online.