Cetina vivió anoche una nueva edición de la famosa Contradanza, el vistoso baile de máscaras de temática precristiana --declarada Fiesta de Interés Turístico de Aragón-- que se ha transmitido de padres a hijos durante generaciones y cuyo origen se remonta al menos al siglo XVIII, aunque algunos especialistas sitúan sus orígenes muchos siglos antes. El baile, acontecimiento central de las fiestas en honor de San Lorenzo y Santa Quiteria, se realiza de noche, a la luz únicamente de diez antorchas fabricadas para la ocasión, que crean un ambiente sobrecogedor.

La Contradanza de Cetina es un espectáculo realizado por nueve hombres con sus rostros cubiertos por caretas, cuatro con trajes negros y adornos en blanco, y otros cuatro con trajes blancos y adornos negros. El noveno personaje, el diablo , con la cara pintada con patillas, bigote y perilla; lleva traje y boina rojos.

SALTOS El diablo es el que dirige el baile al son de una música repetitiva que es interpretada tan sólo por clarinete y tamboril, y sobre la que se realizan gran número de saltos durante aproximadamente una hora y media. En la actualidad se hace una treintena de mudanzas (representación de figuras con el cuerpo de los nueve contradanceros), y cada cuatro de ellas un escuche (baile con un ritmo más rápido en el que el diablo va pasando entre sus compañeros y dándoles un golpe).

Después de la representación de la última mudanza, comienza la alegoría El afeitado y la muerte del diablo , en la que el diablo sentado en una silla, y los contradanceros bailando se acercan uno tras de otro, portando sucesivamente una toalla, una vacía, una jarra y jabón.

Los últimos se acercan para preparar el afeitado, le retiran los utensilios y el último le pide la bolsa del dinero, a lo que este se niega, y le amenaza mostrándole una navaja de barbero, que luego afilará en las posaderas de otro contradancero. Le vuelve a solicitar la bolsa hasta que se la da y éste la esconde entre el público. Posteriormente mata al diablo, que cae al suelo y después de comprobar que está bien muerto, le llora llamando al resto.

Entre varios levantan al diablo por encima de los hombros de los demás, con las hachas levantadas. Lo dejan en el suelo y este resucita , finalizando la contradanza con un baile más rápido imitando la apoteosis final. Un espectáculo único.