La Policía no descarta que José Luis Javierre Dobón, el representante de joyería zaragozano cuyo cadáver fue encontrado el pasado miércoles en una bodega abandonada de Cariñena, fuera arrojado con vida al trujal. Los investigadores están a la espera de que se realice la autopsia para determinar las circunstancias del crimen.

Javierre se encontraba en paradero desconocido desde el pasado 20 de diciembre, cuando se traslado a Cariñena para asistir a una fiesta. Su hijo denunció la desaparición tres días más tarde y el Grupo de Homicidios llevaba una semana investigando en la citada localidad entre los inmigrantes rumanos.

El cadáver, en estado muy avanzado de putrefacción, fue hallado en el fondo de un trujal de las bodegas A. Azuara, que llevaban 30 años abandonadas. El cuerpo tenía vendados los ojos con una cinta y los pies se encontraban atados, según fuentes próximas a la investigación. Si bien pudo haber tenido atadas las manos al ser asesinado, cuando se le encontró estaban libres. La autopsia de sus restos se inició ayer, pero fue suspendida a primera hora de la tarde.

La Policía investiga posibles relaciones homosexuales de la víctima como móvil del crimen y estima que el robo de su coche y sus pertenencias no era el objetivo inicial de sus agresores. No obstante, el vehículo, un Renault Megane , fue sustraído y hallado posteriormente en Rumanía.

JOYERIA Fuentes de la joyería zaragozana para la que trabajaba la víctima desde hace ocho años explicaron que cuando se cometió el asesinato Javierre no llevaba el muestrario de joyas, que había dejado el viernes anterior en el establecimiento y además no se ha echado en falta ninguna pieza. Asimismo, informaron de que Cariñena no era su zona asignada de trabajo, que comprendía comarcas de Navarra y de Lérida.

Los investigadores de Homicidios han interrogado en la última semana a varios inmigrantes rumanos y han podido averiguar que en la fecha posible del crimen, 20 de diciembre, tres personas de esta nacionalidad abandonaron Cariñena y están en paradero desconocido.

La circunstancia de que el coche sustraído fuera hallado en Rumanía lleva a pensar a la Policía que los sospechosos "han puesto tierra por medio". No obstante, la Brigada de Policía Judicial oficiará a Interpol para que se investigue el coche abandonado y se averigüe si alguno de los sospechosos identificados se encuentra en aquel país.

Entre tanto, las investigaciones policiales seguían ayer en Cariñena, donde sus habitantes comentaban ayer en corrillos y tertulias las circunstancias del crimen. El alcalde de la localidad, Alejandro Bibrián, que rehusó dar información sobre los hechos por el secreto sumarial decretado por el juez de Daroca, señaló que Javierrre no tenía ninguna relación con la localidad y que los vecinos no le conocían.